La columna de más de 20 mil trabajadores organizados con sus dirigentes a la cabeza llegaron a la histórica Plaza de Mayo, por Av. de Mayo hasta la 9 de julio, al ingresar se escuchaba las primeras consignas “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”.
La marcha pretendía entregar un documento en Casa Rosada, firmado por la coordinadora conformada por los movimientos sociales y partidos políticos, pidiendo el regreso del sistema democrático.
Esa histórica jornada, donde en Plaza de Mayo se concentraron mas de 40.000 trabajadores fue el principio del fin de la dictadura. Pese a que el Ministro de Interior, el genocida Albano Harguindeguy, manifestaba que: "las urnas están bien guardadas"fue un día de lucha cuerpo a cuerpo con las fuerzas represoras de la dictadura cívico militar gorila y asesina. Fue una jornada en defensa de la dignidad de los trabajadores y por el retorno de la soberanía popular.
Las consecuencia de esa manifestación, y la desmedida reacción del gobierno militar, se pueden contar, lamentablemente, en la muerte del compañero Benedicto Ortiz, en Mendoza, el encarcelamiento de todos los dirigentes de la CGT, en los más de 1000 detenidos, y en la salvaje represión que instrumentaron, tanto el Plaza de Mayo, como en todas las plazas del país, donde los trabajadores concurrieron.
El 30 de Marzo fue un hito en la historia del sindicalismo “combatiente” en donde quedo demostrado que el fin de la dictadura fue producto de la alianza conformada entre la juventud y los trabajadores, únicos sectores dinámicos de la sociedad, que durante los años de la historia Argentina han sido los pilares de la transformación política y social.