Con el Salón de los Pasos Perdidos repleto de compañeras y compañeros, el Congreso de la Nación fue otro marco más en la serie de homenajes y reconocimientos a nuestra querida Stella Maldonado. Se proyectaron dos videos ilustrativos de su biografía y hubo sentidas exposiciones. Aquí compendiamos algunas de esas intervenciones durante la inauguración del “Encuentro Nacional más y mejor Educación para Todos”.

Roberto Baradel
Es profundo el dolor que nos asiste por la pérdida de Stella, pero también, profundo el orgullo de haber sido compañeros de Stella y tenerla como una de esas militantes que han dejado huella, no solamente para quienes militábamos con ella, sino también para el conjunto de los militantes de nuestro país. Así como tenemos un profundo dolor porque ella ya no está, tenemos un profundo orgullo de tenerla al lado como a Germán Abdala, Isauro Arancibia, Susana, como tantos compañeras y compañeros que dieron su vida para transformar la realidad. Que dejaron de lado lo individual muchas veces en función de lo colectivo. Stella tuvo una vida dura. Sin embargo ella siguió, dictadura de por medio, la persecución, la desaparición de su compañero, y fue de esas militantes que no se quebró. De esas militantes que yo siempre digo que cuando recordamos a los compañeros detenidos desaparecidos nos causa un profundo orgullo y respeto. El legado de ella son ustedes, somos nosotros, pero no individualmente, somos nosotros en término colectivo, y fundamentalmente, el compromiso que tenemos que redoblar para seguir construyendo la fuerza necesaria que nos permita transformar definitivamente la realidad como decía ella: que ni un pibe más se muera de hambre en una tierra que permite que todos vivamos bien.

Sonia Alesso
Este seminario, este congreso, fue pensado por Stella, junto con compañeros de la Junta Ejecutiva de Ctera y en reuniones largas con los compañeros de las distintas organizaciones que hoy están presentes. No tengo dudas, que Stella estaría muy contenta de que a pesar de todo hayamos podido concretar este Congreso. Esto forma parte de un debate que nosotros venimos realizando hacia el interior de nuestra organización, que tiene que ver con que hay un fuerte intento de la derecha de volver atrás, en un montón de políticas que nosotros hemos peleado en la calle, que hoy son concreciones, leyes, conquistas del pueblo argentino, pero que llevan la huella y la marca de los trabajadores de la educación peleando en cada rincón del país.
Sin los maestros, sin los profesores, de cada lugar del país, hoy estas leyes que estamos saludando, no hubieran sido posibles. Se necesita voluntad política de los gobiernos para llevar adelante determinadas leyes, determinadas normas, conquistas, pero es imprescindible a los compañeros en las calles, en las escuelas, debatiendo en los congresos, en las asambleas, en las carpas y en cada uno de los lugares. Por eso hoy estamos acá. Estamos acá porque creemos que hay que debatir el presente y porque hay que debatir lo que se viene. Porque hay que estar preparados para profundizar y hay que estar también preparados para resistir si es necesario. Esa es la obligación de cada uno de los trabajadores de la educación, de los intelectuales comprometidos y de los militantes políticos. Ese es nuestro desafío y un homenaje más a nuestra querida Stella Maldonado. Gracias compañeras y compañeros.

Alberto Sileoni
El 4 de noviembre próximo, vamos a tener el honor de hacer un homenaje en el Ministerio de Educación, a Stella Maldonado, para recordar lo que fue recordado acá y para dejar que los compañeros que han estado tan cerca de ella, puedan contarnos más.
Quiero destacar la decencia arrebatadora de Stella, la coherencia, porque en estas épocas de tanto gil que habla sin ninguna consistencia, recordar a esa mujer, con esa valentía, con ese camino firme, con esa coherencia, realmente es un deber que nuestro Ministerio tiene.

Daniel Filmus
He compartido con Stella Maldonado, momentos realmente decisivos en la historia de la educación del país. Tuve la dicha de compartir con Stella horas y horas de discusión de debate. En primer lugar, fue una luchadora gremial defensora a ultranza de los intereses de la educación argentina, en particular de la educación pública, de los derechos de los docentes, pero tenía una cualidad que no era común, que no es común en todos los dirigentes sindicales. Stella tenía no sólo esa convicción de luchar por esos derechos, tenía además un saber particular que hace a la pedagogía, a políticas educativas y podía discutir al mismo tiempo los derechos de los docentes, planteando cuáles son las transformaciones que necesita la educación argentina para ponerse a tono con las necesidades de cambio de justicia social que tiene el pueblo argentino. Una compañera que ha sabido sostener a lo largo de su vida la humildad de una coherencia, de una trayectoria que a todos nos llena de orgullo. Quienes conocimos a Stella, conocimos una compañera que era docente en su esencia, porque era profundamente optimista. Creía en el cambio de la Argentina, y puso todo su empeño en ese sentido. El legado de ella es que nosotros sigamos trabajando por la educación y por el país justo que nuestra sociedad, nuestros chicos se merecen.

Hugo Yasky
Stella deja una huella profunda en todos nosotros. Y el hecho de que Stella Maldonado deje esa huella profunda para nosotros es muy importante, porque fue una dirigente sindical que murió prácticamente con menos patrimonio que el que hubiese tenido si se hubiese dedicado, como otros de su generación, a trabajar en la escuela pública, teniendo dos cargos, dedicándose a ascender en la escuela, a tener una vida si se quiere más ordenada, más hacia sí misma como individuo.
Stella terminó si se quiere en condiciones más humildes que en la que hubiese tenido, si simplemente hubiese sido uno más de los trabajadores de la educación de nuestra generación.
Formó parte de la resistencia. Fue una pieza fundamental en la fundación de Suteba y fue una compañera que con un perfil muy bajo, no estridente, no emitía destellos, sino solamente para aquéllos que eran capaces de acercarse y descubrir lo que era Stella. No era una compañera que podía encandilar por su oratoria, aunque era una compañera brillante. Tenía una inteligencia admirable, intuición, sensibilidad y una permanente rebeldía. Era de aquéllos que una vez que lográbamos algo, inmediatamente nos ponía ese signo de interrogación por lo que viene.
Militó fervientemente en la construcción de una política que tradicionalmente establecía que los sindicatos y el sindicalismo miró de reojo, con desdén, desconfianza: la lucha por la defensa de los derechos humanos.
Desde la Secretaría de Derechos Humanos del Suteba, construyó lazos comunicantes que antes no habíamos tenido, o que antes no habían pasado del consignismo. Y para nosotros eso fue un aporte extraordinario. Definitivamente nos enseñó a no encasillarnos, a no esquematizarnos.
Para nuestra Central, significa una gran pérdida. Stella en esta conducción iba a jugar un papel importante para nosotros. Pero nos deja muchísimo. Stella repetía incansablemente que no puede haber una confrontación con la clase dominante, de la intensidad que hoy se está planteando en nuestro país y en nuestra región, sin un papel preponderante de la clase trabajadora, del sindicalismo. Eso Stella lo repitió hasta el cansancio.
Creo que el mejor homenaje que podemos hacer a esta compañera es tomar su ejemplo, seguir su camino, tratar de tener esa coherencia enorme y la ternura que siempre mostró. Era una compañera que podía ser tremendamente crítica si se cuadraba y hacía falta, pero siempre desde la ternura. Una compañera que siempre nos dio la lección de una inmensa humanidad, siempre con esa vocación por arrancarle a la vida esa alegría que nos merecemos y que Stella nos deja plantado como un desafío.

Eduardo Caprarulo
Cuánto más fácil para muchos de nosotros es enfrentar una asamblea, y enhebrar palabras, disputar, y qué difícil es hacerlo cuando algo nos duele. Stella fue secretaria general de Suteba, General Sarmiento. Hoy ocupo ese lugar.
Yo militaba en la oposición, y que hoy esté aquí tiene que ver con Stella, por su forma de construir.
Recuerdo la primera vez que nos tocó marchar dentro de Campo de Mayo, y caminando adelante estaba Stella.
Hoy se hablaba de lo que nos falta, y coincido en que debemos mirar lo que hemos conseguido. En lo que respecta al vaso que fuimos llenando, Stella tuvo mucho que ver.
Por eso creo que el mejor homenaje que le podemos rendir a ella es continuar llenando ese vaso desde nuestros lugares de lucha, la escuela pública, donde aportamos diariamente.

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