Roberto Villaola acusó a las patronales de la industria del pescado de promover "uno de los mayores índices de trabajo precario y no registrado", de "declarar muchos menores ingresos de los que efectivamente genera", de "ser uno de los sectores con mayor rentabilidad", de "una práctica sostenida de evasión fiscal", todo lo cual "los descalifica para pretender exenciones fiscales", como las que plantearon recientemente ante el Concejo Deliberante, "tergiversando su situación real de enriquecimiento".

El carismático Secretario General del Sindicato de Trabajadores del Pescado de Mar del Plata (SITREP), miembro de la FeTIA arremetió contra las patronales del sector en el marco de una reunión de la Comisión de Promoción, Desarrollo e Intereses Marítimos y Pesqueros, que se llevó a cabo con la participación, además, de los Secretarios de Desarrollo Productivo y de Economía y Hacienda.

Al abundar en argumentos, Villaola aseguró que los sectores empresarios declararon "1500 millones de dólares de exportaciones y todos sabemos que, en el Puerto se declara una cantidad determinada y otra pasa en negro. O sea que estamos en presencia de trabajadores en negro, evasión fiscal y a gente que se presta a este tipo de situaciones”.

También denunció que “de un lance de 1000 cajones se tiran al fondo del mar entre 260 y 290 cajones, depredando y ensuciando los recursos".

"Estamos hablando de miles de toneladas -explicó- Y cuando se tira la red para capturar merluza u otras especies comerciales, si entra el saborín también lo capturan porque tienen redes chicas, y luego va a parar al fondo del mar. Con lo cual el saborín, que podría ser un recurso exportable y demandado por China, se va extinguiendo".

Otra de sus denuncias fue que “los inspectores de pesca ganan más dinero que los primeros torneros y armadores, porque cobran coima por hacer la vista gorda: de 8000 cajones de merluza se declara la mitad para que se les amplíe la cuotificación”.

Villaola resaltó que “este sector empresarial viene pidiendo, hace tiempo, una devaluación del tipo de cambio al mismo Estado que los benefició con sus políticas de desarrollo productivo. Y ahora, para no bajar su nivel de rentabilidad, usa extorsivamente a los trabajadores de escudo humano, amenazando con despidos para el mes de agosto, argumentando que no les dan los costos”.

El dirigente pesquero e integrante de la FeTIA a nivel nacional motivó a los miembros de la Comisión para que “realicen una correcta evaluación de la situación del Puerto, sobre todo en lo que respecta al sector industrial del pescado, ya que esta pretendida crisis del puerto no es real".

Concluyó que "este sector, que es económicamente poderoso, provoca un continuo malestar en los sectores del trabajo, generando una continua de incertidumbre por el mantenimiento de sus fuentes de trabajo”.

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