El 6 de julio de 1977, Maffeo fue secuestrada de su departamento por un grupo de hombres de civil que se identificaron como policías. “Me metieron en un auto y fuimos a la casa de mis padres, y ahí ‘levantaron’ también a mi hermana”, contó la testigo.
Maffeo era estudiante de Arquitectura, y militaba en la Juventud Trabajadora Peronista. Durante las torturas, era interrogada acerca de sus compañeros. “En ese momento, yo ya sabía más o menos quiénes estaban desaparecidos, muertos o fuera del país, y me manejé con eso para no delatar a nadie”, manifestó la testigo. Y aseveró que Cristian Von Wernich. La testigo contó que él hablaba con los detenidos y que, en una ocasión en que una detenida le pidió una Biblia, Von Wernich le respondió: “Para qué; si ustedes son comunistas, no tienen por qué leer la Biblia”.
Por otra parte, Galarza fue privada de su libertad en el mes de noviembre de 1976, por personas que dependían operacionalmente del Ejército Argentino.
Galarza estuvo ilegalmente detenida en la Brigada de Investigaciones de La Plata, que pertenecía a la Policía de la Provincia de Buenos Aires, y que dependía operacionalmente del Primer Cuerpo de Ejército. Allí sus padres pudieron verla como así también a la beba que había tenido en cautiverio. Beba que fue bautizada por el cura Von Wernich y entregada seis meses después a su abuelo Martín Osvaldo Galarza.
Causa Unificada
El secretario general de la Central bonaerense, Hugo Godoy, se refirió al mecanismo judicial de presentar causas unificadas. En ese contexto señaló que “éste es un hecho trascendental. Si bien desde la Central creemos que hay que arbitrar mecanismos para que los juicios no sean individuales sino grupales, para que se que se aceleren todas las causas, y el juicio a todos los Genocidas y nadie quede impune, ni siquiera por el paso del tiempo; que se avance en este caso emblemático es fundamental, primero, porque se demuestra que hubo militares responsables del genocidio, sino que hubo sectores de la Iglesia, como también sectores del empresariado que fueron cómplices, ideólogos y beneficiarios del genocidio perpetrado por la dictadura”.
Godoy agregó que “sin duda la conducción de la Iglesia hace tiempo que debería haber expresado contundentemente la condena a quienes, desde su seno, colaboraron con la Dictadura. No lo ha hecho, lo debe hacer; y es imprescindible que haya un reconocimiento de culpas y responsabilidades”.
Por su parte, el secretario de Interior, Victor Mendibil, dijo que para la CTA, “la Comisión de la Memoria es un instante trascendente, porque la lucha concreta, esa sed y ese hambre de Verdad Memoria y Justicia que ha habido en nuestro pueblo y por el cual nuestro pueblo se movilizó durante todos estos años de dictadura y después”.
Finalmente, la secretaria general de la APDH, Marta Vedio, aseveró: “El juicio se está desarrollando con toda normalidad y corrección, que era la preocupación para esta primera parte. Nosotros formulamos la reserva para, eventualmente, acusar a Von Wernich por otros delitos. Queremos dejar la puerta abierta para hablar en su momento de traición a la patria., hablar de genocidio, si nos parece que corresponde hacerlo. También, para que la defensa tenga todas las garantías”.
