El presente material intenta servir como orientación para el debate que los Congresos Provinciales de nuestra Central realizaran en los próximos meses de cara al Congreso Nacional que desarrollaremos en Marzo del año próximo. Creemos que la etapa que vive el país, así como el papel que nuestra Central tiene en la vida política de la Argentina, ameritan una reflexión (lo más amplia y democrática posible) que considere como referencia la estrategia que nuestra Central planteara en su ultimo Congreso del año 2002, así como el desarrollo que nuestra Central tuviera de ahí en más.

Qué fue lo que sostuvimos en aquel momento?

Nuestra Central afirmó que los procesos de movilización política que nuestro país viviera durante el año 2001 y que se sostuvieron durante el 2002 habían sido capaces de cuestionar la hegemonía que los sectores dominantes construyeran en nuestra sociedad durante la nefasta década del noventa. Sostuvimos incluso que el año 2001 podía ser caracterizado como el verdadero final de la dictadura militar. Es decir, aquel momento en el cual los procesos de resistencia y construcción política que nuestra sociedad había puesto en marcha desde el genocidio dictatorial en adelante, habían permitido desarrollos organizativos y expresiones colectivas lo suficientemente importantes como para cuestionar, en autonomía, las estrategias dominantes. El papel cumplido por nuestra Central y otras organizaciones populares durante el 2001, así como la experiencia del FRENAPO fueron datos claves de la situación mencionada. Entendimos, y creemos no habernos equivocado, que las luchas populares fueron capaces de clausurar la experiencia neoliberal al tiempo que abrieron condiciones políticas para poner en discusión la construcción de un nuevo Proyecto de Sociedad capaz de recuperar las demandas pendientes de mayor justicia y participación. Entendimos también que este proceso no se estaba operando de manera aislada en el plano local. Percibimos que éramos parte de un proceso más general (Foro Social Mundial de Porto Alegre) y regional en el cual el avance de las movilizaciones e incluso los triunfos electorales de fuerzas de signo popular en distintos países de la región, reducían el margen de acción política de los grupos económicos concentrados y de los organismos financieros internacionales. América Latina había logrado poner en crisis el paisaje de resignación y desesperanza propio de los noventa. Los pueblos de la región hacían evidente la necesidad de encontrar una alternativa frente a un régimen de dominación que no le ofrecía otro horizonte que más desigualdad y retroceso en su calidad de vida.

Este planteo fue acompañado de otro señalamiento. La experiencia política de los sectores populares accedía a esta nueva etapa (crisis de hegemonía del régimen) en ausencia de una organización política reconocida por el conjunto de las organizaciones populares y en capacidad de asumir este nuevo momento político. Confirmado el fracaso durante la experiencia institucional de las fuerzas populares históricas de la Argentina (radicalismo y justicialismo) como canales para afirmar procesos de reforma social en la etapa posdictatorial, la puesta en marcha de nuevas experiencias tanto en el campo social como institucional no habían logrado afirmar una dirección consciente del campo popular. En función de esta caracterización sostuvimos que era necesario asumir la tarea de construirla, señalando entonces la necesidad de promover un Nuevo Movimiento Político Social y Cultural en nuestro país. Afirmamos también que para esa nueva experiencia política resultaba estratégica la consolidación de nuestra Central situando como objetivos fundamentales los siguientes:

- La afirmación y profundización del desarrollo territorial de la Central

- El otorgarle prioridad a la organización de los trabajadores de la actividad privada colocando como demanda central la lucha por garantizar la libertad sindical.

Los cambios en la etapa, tanto en términos políticos como económicos, así como nuestras dudas y debilidades, obligan a encarar el presente balance de lo hecho orientado no solo a resolver cómo seguimos aportando a la construcción del Movimiento Político, Social y Cultural, sino, y centralmente, a evaluar y precisar qué limites o problemas hemos encontrado en el proceso de desarrollo y consolidación de nuestra Central. Se trata de orientar el debate de los Congresos provinciales y del propio Congreso Nacional, a la construcción del nuevo acuerdo político que permita la profundización de la Central en este nuevo tiempo de la Argentina y de la región. Esta decisión (construir el nuevo acuerdo político que permita transitar este nuevo tiempo profundizando la CTA) obliga a considerar e integrar los diferentes desarrollos y perspectivas que componen nuestra organización. Se trata de apropiarnos colectivamente de una de las riquezas fundamentales de las que dispone la organización que hemos sabido construir: su carácter nacional y por lo tanto su diversidad. Es por eso que desde la Mesa Nacional hemos decidido no plantear un documento cerrado sino un conjunto de problemáticas e interrogantes que puedan guiar el balance a realizar, para luego en base a lo discutido en los distintos territorios, avanzar en una propuesta de documento Nacional que se discuta y apruebe en el Congreso de Marzo. Surgen así algunos interrogantes que valdría la pena examinar:

a) Estamos identificando adecuadamente los efectos que ha producido sobre la presente etapa política (y sobre nuestra propia construcción) el hecho de que la misma se transite en ausencia de una Dirección consciente del campo popular? Característica ésta que destacáramos en nuestro enfoque del año 2002.

b) Hemos priorizado en nuestro esfuerzo cotidiano la construcción de la Central en acuerdo con la caracterización que hiciéramos respecto a su valor estratégico en la afirmación de un Nuevo Movimiento Político, Social y Cultural?

c) La prioridad que le asignamos a la pelea por la libertad sindical fue efectivamente asumida?

d) Si fuimos pioneros en reconocer que el territorio era el nuevo espacio para potenciar la unidad política de los trabajadores, y fuimos capaces de entender que las organizaciones que los trabajadores desarrollan en los barrios debían ser parte de la experiencia de la Central, qué capacidad tuvimos para intervenir adecuadamente frente a los desafíos que el nuevo contexto político y económico le planteo a la denominada experiencia piquetera ?

e) Es fácil de observar que nuestras organizaciones ocupan un lugar relevante en los conflictos sociales y sindicales que atraviesan la Argentina actual. Sin embargo, cabe preguntarse qué relación existe o qué articulación hemos podido establecer entre las reivindicaciones sectoriales y el funcionamiento de la Central? Nuestras estrategias sectoriales son la manifestación de la estrategia de la Central o son el resultado de un bajo nivel de coordinación y desarrollo conjunto?

f) En qué medida hemos podido preservar el valor estratégico que la autonomía respecto al Estado, los Partidos Políticos y los Patrones tiene en nuestra construcción?

g) Qué relación existe entre los interrogantes hasta aquí planteados y nuestros límites organizativos? Dicho de otro modo, es porque no interpretamos como estratégico el desarrollo de la Central en la presente etapa que no podemos resolver nuestras falencias organizativas? O son nuestros límites organizativos los que no nos permiten intervenir con eficacia?

Los interrogantes formulados obligan a una reflexión que sugerimos organizar en seis ejes. A saber :

I) BALANCE DE LA ETAPA. Cómo influyó sobre el desarrollo de nuestra organización la nueva etapa política abierta a partir del año 2003 y cómo debe reformularse nuestra estrategia de intervención?

Sobre este punto se aporta un material sobre la etapa y sus efectos elaborado por Claudio Lozano (es el material enviado como Documento 2) y la síntesis denominada Caracterización de la etapa abierta el 2001 elaborada por Jorge Cardelli.

II) BALANCE SOBRE EL DESARROLLO ESPECIFICO DE LA CENTRAL.

Sugerimos que el mismo considere

a) Evaluación de nuestra capacidad de intervención gremial en el nuevo contexto vigente. Hemos pasado de un universo simbólico - cultural que rechazaba las demandas populares a otro que las considera; de una situación institucional cerrada a otra que parece mas permeable; y de una situación económica de caída permanente de la actividad y destrucción del empleo a otra de recuperación de la actividad y creación de puestos laborales. Todo esto en el marco de una realidad que constata, que pese a la recuperación que los niveles de vida exhiben respecto al año 2002, la situación de buena parte de la sociedad y de los sectores populares empeoró respecto a la ya crítica situación de finales de los noventa. Por supuesto, la consideración expuesta debe replantearse a la luz de las diversas y heterogéneas realidades provinciales.

b) La relación entre las estrategias sectoriales de nuestras organizaciones y el accionar de la Central.

c) El desarrollo que exhibe, en esta nueva etapa, la experiencia de las organizaciones barriales que trabajan en la CTA.

d) El desarrollo concreto de la FETIA y otras Federaciones conexas (FETERA, SERVICIOS) en la tarea gremial con los trabajadores del Sector Privado y en la disputa por la libertad sindical y el desarrollo de las organizaciones simplemente inscriptas.

e) Nuestra capacidad a la hora de afirmar nuestra AUTONOMIA como valor estratégico para nuestra construcción.

Sobre estos puntos se acompañan cuatro materiales:

- El informe preparado por la Secretaria Gremial

- El material elaborado por Hugo Yasky y Pablo Micheli titulado “política Gremial CTA ano 2005”

- El material aportado por los compañeros de la CTA de Jujuy

- Presentación de la CTA al Consejo del Salario

III) BALANCE DE LA INICIATIVA PLANTEADA RESPECTO A LA NECESIDAD DE CONSTRUIR UN NUEVO MOVIMIENTO POLÍTICO SOCIAL Y CULTURAL ,Y DEL PAPEL QUE LE CABE A LA CENTRAL EN DICHO PROCESO.

Sobre este punto sugerimos adjuntar las Conclusiones de la Comisión política del Congreso del 2002 y la síntesis preparada por Jorge Cardelli y aprobada para la Mesa Nacional.

IV) BALANCE ACERCA DE NUESTRO DESARROLLO ORGANIZATIVO Y DE NUESTRAS LINEAS DE ACCION FUTURA

a) Qué medidas debemos tomar para democratizar nuestra organización y hacerla más eficaz como canal para expresar y resolver los diferentes conflictos que se plantean. En este sentido, cuáles son las modificaciones que deben realizarse en el Estatuto de nuestra organización?

b) Qué pasos hemos dado y cuáles debemos dar en la tarea de consolidar un Presupuesto que sostenga el funcionamiento orgánico de la CTA?

c) Qué definiciones se necesitan para multiplicar la inversión de militancia que nuestras organizaciones realizan, de modo tal de fortalecer la tarea cotidiana de la CTA?

d) Cómo sostenemos el apuntalamiento y regionalización de nuestras estrategias de investigación, formación y comunicación?

Sobre estos puntos se sugiere adjuntar los materiales elaborados sobre Reforma del Estatuto, Informe Administrativo Financiero, Investigación, Formación, y Comunicación.

V) BALANCE DE LAS DEFINICIONES PROGRAMATICAS PLANTEADAS POR LA CTA EN SU CONFEDERAL DEL AÑO 2004

En dicha ocasión sostuvimos que REFUNDAR LA ARGENTINA requería priorizar la DISTRIBUCION DE LA RIQUEZA Y LOS INGRESOS PARA CONFRONTAR DE MANERA INMEDIATA CON LA DESOCUPACION, LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD. Exigía AUTONOMIA NACIONAL para consolidar un nuevo PROYECTO PRODUCTIVO Y UNA NUEVA ESTRATEGIA DE INTEGRACION, y reclamaba un profundo proceso de DEMOCRATIZACION que transforme al ejercicio de la SOBERANIA POPULAR en la condición para profundizar y garantizar la nueva etapa política que transitamos. Sobre cada uno de estos ejes dijimos:

I. DISTRIBUCIÓN PARA CONFRONTAR CON LA DESIGUALDAD

Primero nuestros pibes:

- Garantizar el uso de los recursos fiscales disponibles para promover de manera inmediata una asignación universal para todos los menores de 18 años y generalizar la ayuda escolar obligatoria.

Sobre la Seguridad Social:

- Disolver el Régimen de AFJP y reapropiar para la Seguridad Social Pública los aportes de los trabajadores activos

- Restituir las contribuciones patronales a los niveles vigentes en 1993

- Incrementar el haber mínimo jubilatorio

- Instituir la vigencia de una asignación para todos los mayores de 65 años que no tienen cobertura previsional con valores equivalentes al haber mínimo jubilatorio.

Sobre los Servicios Públicos:

- Universalizar el acceso a los servicios públicos esenciales, lo cual supone tanto la vigencia de la tarifa social como la prioridad de la inversión educativa y la necesidad de afirmar un sistema universal de cobertura sanitaria.

Sobre el trabajo:

- Privilegiar el desarrollo y expansión de un área de economía popular, social y pública recuperando en ese marco y como mecanismo concreto de financiamiento la idea del seguro de empleo y formación para todos los jefes de hogar desocupados.

Sobre los salarios:

- En el marco expuesto y fortalecida por lo tanto la capacidad de discusión salarial de los trabajadores, promover la negociación colectiva, la formalización del trabajo y la readecuación del mínimo salarial y los básicos en función de la situación vigente. Debe consignarse que en la Argentina actual el salario promedio de los trabajadores registrados apenas alcanza a cubrir la canasta correspondiente a la línea de pobreza, los no registrados tienen ingresos un 50% inferiores y el promedio de ingresos de los trabajadores argentinos es un 27% inferior a la misma.

Sobre la legislación laboral

- Derogar las normas flexibizadoras que fueran impuestas durante la dictadura militar y durante la década de los noventa, y que han destruido el derecho laboral en la Argentina.

Sobre los recursos:

- Éstos deben surgir tanto de la vigencia de políticas públicas que favorezcan la capacidad de los trabajadores de disputar salarialmente los beneficios del crecimiento económico, como del impulso concreto a una reforma impositiva que modifique drásticamente la composición del sistema tributario nacional a efectos de garantizar mayor equidad en el reparto de las cargas y elevar sustancialmente los niveles de recaudación.

II. AUTONOMÍA NACIONAL, NUEVO PROYECTO PRODUCTIVO Y REINDUSTRIALIZACION

- Defensa del mercado interno, lo cual supone revisar la apertura hoy vigente sobre la base de entender que esto no se resuelve con la sola modificación del valor del dólar. Exige una activa decisión del Estado para afirmar un nuevo proyecto productivo.

- Recuperar la decisión nacional en materia de organización del sistema financiero. Cuestión que implica replantear el rol del Banco Central, derogar la ley de Entidades Financieras de la dictadura y privilegiar el papel del sistema financiero como servicio público fortaleciendo el rol de los Bancos estatales y de la banca social.

- Renacionalización y Control Público sobre la infraestructura privatizada, evitando el saqueo de nuestros recursos naturales y controlando muy particularmente la situación de aquellos que son de carácter no renovable.

- Promover el desarrollo científico y tecnológico en base a instrumentos como el Compre Nacional que debe regular también el poder de compra de aquellas empresas públicas que se mantengan en manos privadas.

- Lo expuesto exige revisar las políticas frente al FMI en el marco de la negociación del endeudamiento externo, recuperando plena autonomía en el manejo de nuestra política económica. Supone también sostener y profundizar los pasos ya dados en materia de inserción regional y mundial privilegiando la experiencia del Mercosur y América Latina y rechazando la afirmación del ALCA en la región

III. DEMOCRATIZACIÓN COMO CONDICIÓN PARA LA EMANCIPACIÓN

- Lucha contra la impunidad y erradicación de las mafias que limitan y desnaturalizan el funcionamiento del Estado argentino. Promover procesos de democratización que garanticen el control comunitario sobre el Poder Judicial, las Instituciones policiales y el Servicio Penitenciario. En particular entendemos como indispensable intervenir, depurar y disolver el esquema actual de la policía bonaerense y del servicio penitenciario provincial

- Desprocesamiento de los dirigentes sociales.

- Afirmación de mecanismos institucionales que garanticen la vigencia de la libertad y la democracia sindical.

- Promover la movilización y organización de nuestro pueblo, a través de instrumentos como la consulta popular, como modo de sostener el impulso y la afirmación de un rumbo de mayor justicia.

Frente a lo que sostuvimos:

Qué revisión merece este planteo y cuáles son los compromisos que debemos afirmar para que nuestra Central pueda impulsar estos ejes como puntos fundamentales de una nueva confluencia social que fortalezca nuestro accionar político y gremial tanto en el plano nacional como en los ámbitos regional e internacional ?

Sugerimos considerar en este punto los informes preparados por FETERA, la Secretaría de Derechos Humanos, y la Secretaría Internacional

VI) BALANCE DE LA CTA EN CADA TERRITORIO

En el marco de las consideraciones que sugerimos como agenda de discusión para los distintos Congresos, propiciamos que la misma se ordene considerando tanto apreciaciones sobre la situación nacional de la CTA, como lo referente a su desarrollo territorial específico. Sería conveniente ajustar el debate evaluando:

- Situación de los trabajadores en la Provincia.

- Grado de desarrollo e intervención real de la CTA en la misma. Cuál es la capacidad que tiene nuestra Central para organizar la demanda social existente, favorecer su instalación como exigencia pública y encontrar mecanismos institucionales que posibiliten algún tipo de resolución?

- Cuáles son las prioridades reivindicativas que exhiben los trabajadores?

- Cuáles son las prioridades para el desarrollo de la Central en dirección al objetivo de transformarnos en un instrumento más eficaz a la hora de intervenir gremialmente, limitando el daño que las condiciones de desigualdad imponen sobre los trabajadores y abriendo instancias de resolución?

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