(Por Mariano Vazquez) Es un hito de la lucha contra el neoliberalismo en la Argentina. Comenzaron silenciosamente en 1991, repudiando las políticas entreguistas del entonces presidente Carlos Menem. Se convirtieron en un clásico de los miércoles frente al Congreso Nacional. El 8 de julio se cumplirán las 900 marchas de “nuestros viejos”, de la que siempre fue parte la Federación de Trabajadores Jubilados y Pensionados (FeTraJub-CTA), y gracias a la cual se lograron frenar intentos de liquidar el sistema solidario de reparto, como cuando se juntaron 1.300.000 firmas y se logro conservar la jubilación del Estado a pesar del intento del menemismo de que solo existen las AFJP (Administradoras de Fondos de Pensiones y Jubilaciones).
Su lucha también fue vital para la decisión de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, para que se derogue las AFJP, se reabra el sistema solidario de reparto y se instaure el 82% móvil.
“La seguridad social es una herramienta redistributiva”
En ese marco, el secretario de Relaciones Internacionales de la CTA, Adolfo Aguirre, señaló que “este hecho histórico, las 900 marchas, que la Central siempre apoyó activamente, servirán para lanzar también la Campaña Nacional por la ratificación del Convenio 102 de la OIT sobre las normas mínimas básicas sobre la seguridad social porque frente a la crisis los trabajadores necesitamos más seguridad social.
Aguirre recordó que “desde hace tiempo venimos desarrollando desde la Secretaria de Relaciones Internacionales de la CTA esta estrategia en la cual proyectamos lanzar un planteo regional en torno al Convenio 102 de la OIT para que los distintos países adhieran”.
“Desde la CTA –sostuvo- reconocemos la importancia de la seguridad social como herramienta redistributiva en los periodos de crecimiento y de protección de los sectores que menos tienen frente a la crisis. A la seguridad social la valoramos como una política permanente con rango de derecho y no como planes de contingencia que siempre terminan manejándose discrecionalmente generando clientes y rehenes de los gobiernos de turno”.
El dirigente llamó promover estos planteos no solo en el ámbito del Mercosur, sino también en toda América Latina y subrayó “los avances importantes que se dieron en Brasil y Uruguay, en donde sus gobiernos están en procesos de ratificación del 102”.
“La CTA impulsará sin claudicar para que la Argentina ratifique el Convenio 102 y estamos con confianza porque contamos con el apoyo de la OIT y de diferentes programas de trabajo como el FSAL, la oficina de ACTRAV y el Centro de Formación de la OIT en Turín”, aclaró Aguirre. Y agregó: “Hoy debemos avanzar en Argentina hacia una Reforma Integral del Sistema de Seguridad Social y en particular la Previsional y eso depende en gran medida no sólo del grado de organización que nos demos como clase trabajadora sino de de los niveles de conocimiento y competencia tengamos para discutir en mejores términos un tema central como lo es la seguridad social”.
En referencia a la necesidad de fortalecer el conocimiento sobre la temática “hay que fortalecer tanto el trabajo interno como el que desarrollamos a nivel regional e internacional , el poder conformar una Comisión de Seguridad Social que actúe en el seno de la CTA y nos permita conformar un equipo de compañeras y compañeros”.
La OIT define a la seguridad social como derecho humano fundamental y el Convenio 102 establece los pisos mínimos de cobertura en las diferentes prestaciones de la seguridad social por parte de los Estados que adhieran al mismo. Esto es jubilaciones, pensiones, desempleo, asignaciones familiares, accidentes de trabajo. Además plantea la necesidad, dato éste no menor, de la administración tripartita de todos los organismos de la seguridad social.