(Por Emilio Salvi, ATE). El pasado 30 de junio cuatro jóvenes de entre 12 a 22 años con deficiencias mentales de moderadas a graves ingresaron al "Instituto Hogar Convivencial-La Quinta", ubicado en 19 y 527 de la ciudad de La Plata. Los jóvenes provenían de la institución Conveniada "Hogar San Ignacio" y al momento del ingreso presentaban evidencias notorias de mal estado físico, mala alimentación y la singularidad -si así se quiere llamar- de llevar inscripto sobre la piel, en la parte alta de sus espaldas, con fibrón, nombre y apellido.

Llegado el momento del aseo generalizado y puestas en el sector duchas, se advierte en todas ellas diversas marcas, moretones, lastimaduras, mordeduras: a ninguna faltaba marca-moretón o lastimadura para exhibir. También se visualizan quemaduras de cigarrillos en la piel. Dichas evidencias en la zona de la espalda y piernas.

Daniel Agüero, vocal del Concejo Directivo Provincial de ATE y responsable del Área Estratégica de Niñez del gremio expresó: “Los trabajadores nunca terminamos de comprender los límites de desidia que alcanza la política gubernamental dentro del Estado Provincial”.

“Las expresiones más altas de la vileza humana, el negocio a costa del estado y las personas que éste debería proteger, el trato cruel, discriminatorio a inocentes parecen ancladas a través del tiempo en algunos resquicios oscuros que cobran vida bajo la órbita de la Subsecretaría de Niñez y Adolescencia”, dijo Agüero, a lo que agregó que:

“Compañeros trabajadores, afiliados a nuestra Asociación Trabajadores del Estado que desempeñan tareas en el Hogar Convivencial-La Quinta se han acercado horrorizados, y tremendamente preocupados por la situación de los pibes y la de la propia institución, que jamás podría aceptar tamaña vejación haciendo como que no ve”.

Nuestra ATE denuncia esta gravísima vulneración a los derechos elementales de los Niños. Exige la inmediata investigación de la cadena de responsabilidades que ha permitido semejante nivel de abandono y reitera lo que muchas veces hemos dicho: El maltrato a niños en instituciones conveniadas solo es posible porque la Subsecretaría no cuenta con un área de Supervisión y Control sobre el trabajo realizado en las instituciones privadas. Esto permite el desconocimiento llano de los proyectos institucionales, del personal, y de los fondos que aporta el Estado, que en la mayoría de los casos no llega a los niños.

Como trabajadores de la Niñez, y como gremio exigimos que las conductas aberrantes que se ensañaron con estos niños discapacitados sean exhaustivamente investigadas. Y que el señor Subsecretario Pablo Navarro y la justicia competente en la temática tomen cartas en el asunto. Porque no podemos permitir una vez más semejante vulneración a los derechos de los niños.

Comentar este artículo