El secretario general de la entidad, Jorge Larrañaga, explicó que esta es “una muestra más de las insalubres condiciones en que cumplen su tarea los trabajadores del Bingo y que silenciosamente muchos de ellos vienen manifestando”. El dirigente recordó que el bingo y los juegos de azar fue tema el año pasado en el Concejo Deliberante pero “quedó en la nada”, por lo que, desde la central, no solo pretenden que se haga algo ante la problemática de los jugadores compulsivos, sino también se busca contener a los trabajadores, que no tienen ninguna representación gremial, y de los cuales muchos son jóvenes que evitan denunciar las malas condiciones laborales por temor a represalias de la patronal. Dio como ejemplo, en ese sentido, que el día que hirieron al empleado, ni siquiera tenían en el lugar el acceso a un teléfono para poder llamar a la ambulancia.
"Las agresiones verbales, agobiantes condiciones de trabajo sin derecho al descanso o refrigerio, el impedimento y desconocimiento a la representación gremial son la sumatoria de una política empresarial avara e inescrupulosa con la evidente complicidad sindical de los gremios del sector y de las autoridades políticas".
La problemática del juego en Necochea es cada vez mas grave sin que las autoridades actúen con responsabilidad. El anunciado recorte en el horario de apertura y cierre del bingo quedo en la nada, sin dar el Concejo Deliberante mayores explicaciones. Es inaudito que una sala de juegos en pleno centro de la ciudad permanezca abierta todos los dias de la semana de 10 a 4 de la mañana, donde en muchos casos niños y niñas van a buscar a sus padres al salir de la escuela o permanecen en la calle avanzada la madrugada.
La atención psico sanitaria a los más de dos mil quinientos jugadores compulsivos autoexcluidos se desconoce por parte de la Secretaría de Salud municipal o esferas provinciales.
Ante estos hechos, y la evidencia de que los intereses "en juego" son muy poderosos, sometiendo a trabajadores y trabajadoras de los juegos de azar, y que la adicción al juego afecta fundamentalmente a los sectores populares, desde la CTA se reclama a quienes deben hacerlo una urgente intervención en función de la defensa de las fuentes y derechos laborales del sector, abogando que se eviten las represalias contra los trabajadores que reclaman, y se pongan en marcha políticas sanitarias ante el juego compulsivo.
