Como parte de los sectores populares en nuestra memoria colectiva siguen estando los golpes recibidos una y otra vez para domesticarnos como ellos intentan hacerlo con su peonada, o peor aún porque en su percepción sólo ellos producen y trabajan, en su proyecto de país sobramos habitantes. No toleran la insubordinación ni que la vida política tome rumbos que ellos no controlan. No toleran que se les diga BASTA!!
Tenemos memoria, nos acordamos del genocidio del ’76 en nuestro país (y los avisos previos), de sus beneficiarios y aliados circunstanciales (que algunos después fueron víctimas), de sus objetivos políticos y económicos. Del proceso gradual de domesticación del gobierno de Alfonsín, de su caída por medio de un golpe económico que tuvo el rostro de “proceso hiperinflacionario”. Golpe económico que significó el “ablande” de los sectores medios para posibilitar el expolio del patrimonio nacional y la entrega de todas las conquistas sociales en los ’90. Nos acordamos de la caída de la Alianza, acorralada en sus propias contradicciones (que fueron también las de los sectores medios).
Los beneficiarios fueron siempre los mismos: LOS SECTORES CONCENTRADOS, LAS NO MAS DE CIEN FAMILIAS DUEÑAS DE GRAN PARTE DEL PATRIMONIO NACIONAL Y SUS SOCIOS TRANSNACIONALES.
Los perjudicados siempre fuimos los mismos: LOS SECTORES POPULARES, LOS TRABAJADORES, LOS PEQUEÑOS PROPIETARIOS Y LOS SECTORES MEDIOS.