La Mesa Ejecutiva de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA) provincia de Buenos Aires condenó el secuestro e intimidación que sufrió una testigo de los Juicios por la Verdad que se desarrolla en La Plata. Además exhortó al gobierno provincial a que adopte las medidas para impedir que el pasado tenebroso de la dictadura vuelva a instaurarse en nuestro país.

La testigo Felisa Marilaf denunció que la secuestraron durante dos horas y le advirtieron que “no hable más”. La “levantaron” pasado el último domingo en un auto que dio vueltas durante dos horas en la ciudad de La Plata. En ese viaje le recordaron que ya le habían perdonado la vida una vez y le sacaron sólo un handy con GPS del programa bonaerense de protección a testigos. El handy, según fuentes federales, dejó de transmitir esa noche la señal.

“Se trata de una intimidación que nos compete a todos y debemos unir nuestras fuerza para impedir que estos grupos o celulas terroristas de la ultima dictadura sigan sembrando el miedo en la población” señalo Roxana Merlos, secretaria de derechos Humanos de la CTA provincia de Buenos Aires.

Por tal motivo, la dirigente indico que “bajo ningún concepto nos vamos a apartar del camino de la memoria y la justicia” y agregó “vamos a continuar militante en todos los sectores para desterrar de una vez por todas estos episodios que son intolerables en la democracia actual”.

El episodio sucedió el domingo a la noche, alrededor de las 22. Según la denuncia policial, en una esquina de la plaza Moreno, en el centro de la ciudad de La Plata, un auto levantó a Felisa Marilaf cuando salía de la casa de una hija. Dentro del auto, ella dijo que había dos personas. Que la tuvieron agachada contra el piso en la parte de atrás, durante las dos horas en las que, dijo, el coche no dejó de dar vueltas.

Marilaf estuvo secuestrada durante la dictadura en La Cacha, uno de los centros clandestinos de detención de La Plata. Aunque ahora no milita en ninguno de los organismos, suele estar presente en las marchas y sus declaraciones en las audiencias del Juicio por la Verdad que lleva adelante la Cámara Federal de La Plata parecen claves para reabrir una investigación y avanzar sobre lo que sucedió con su pareja, Hugo Alfredo Iglesias, uno de los desaparecidos sobre los que aún nunca se investigó. Iglesias trabajaba en La Gaceta de la tarde y fue secuestrado en el ’76.

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