Grillo, Jaime, Tocho y Lencinas fueron procesados por los delitos de privación ilegal de la libertad y torturas cometidos contra noventa y un personas que pasaron por el centro clandestino de detención que funcionaba en el destacamento policial de Arana, entre ellos los jóvenes de la "Noche de los Lápices".

El juez federal Arnaldo Corazza decretó el procesamiento de los policías Roberto Omar Grillo, Mario Alberto Jaime, Mario Oscar Tocho y Daniel Lencinas, acusados de los delitos de privación ilegal de la libertad y torturas, todos en concurso real, previstos y reprimidos en los artículos 55, 144 bis y 144 tercero del Código Penal.

Entre los casos que se investigan se encuentran los secuestros de Pablo Díaz, Emilse Moler, Francisco López Muntaner, Horacio Úngaro, María Claudia Falcone, Clara Ciocchini, Daniel Racero y Claudio De Acha, producidos en septiembre de 1976 durante la llamada "Noche de los Lápices".

Los cuatro represores se desempeñaron en el destacamento policial de Arana, dependiente de la Brigada de Investigaciones de La Plata y se comprobó su activa participación en secuestros y torturas. De las pruebas que acumuló el magistrado, producidas en su gran mayoría en el llamado “Juicio por la Verdad ” que se sustancia ante la Cámara Federal de La Plata , surge la participación de los procesados “por haber formado parte de un grupo de personas, denominado la “patota” que, entre sus tareas, detenía, trasladaba y aplicaba distintos padecimientos y vejámenes a las víctimas, durante el tiempo que permanecieron privadas de su libertad”.

La decisión que Corazza adoptó en el día de hoy recoge en parte el requerimiento formulado por la Unidad Fiscal Especial, para que se indague y procese a un total de veinte represores.

Entre las consideraciones formuladas por el juez para fundamentar su resolución, se destaca aquella que sostiene que, una vez demostrados los hechos que se atribuyen a los policías procesados, así como el sistema general de desaparición y exterminio implementado en el país durante la época investigada, “es dable advertir que la misma prueba valorada para tales fines trasciende a la demostración de cada hecho en su individualidad, erigiéndose en una fuente probatoria conducente para conocer el fenómeno concentracionario que subyace en los mismos, lo cual reviste suma importancia para la interpretació n judicial de los hechos y de las responsabilidades penales”.

Los cuatro procesados de hoy se suman a Rubén Páez, Bernabé Corrales, Roberto Ferriole y Miguel Kierney, funcionarios de la Brigada de Investigaciones de La Plata procesados en la misma causa desde mayo de este año.

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