(Por Ariel Alvariz) Con el frío cortante y la paranoia mundial de una maldita peste que los mande al tacho, los jubilados se juntaron un miércoles más frente al Congreso Nacional. Un miércoles más, que por esos avatares de la lucha, es el número 900. Fue convocada por la Federación de Trabajadores Jubilados (FeTraJub-CTA) y la Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados.

En las marchas de los jubilados no hay cánticos, pero tienen la obstinación de los que transitaron con firmeza e intransigencia la historia colectiva de nuestro país. Cada conversación es una exacerbación y un constante discutir. “Viejitos, ¡las pelotas!”- dijo Luís Gotardi, miembro de la Coordinadora, y se calló-. “La verdad, nunca pensé que iba a ser tan difícil, pero seguimos en la calle”.

“Los miércoles venimos quienes conocimos la felicidad – le explicó en las primeras marchas, el ya desaparecido Avelino Fernández a Víctor De Genaro- y si hoy estamos acá, es porque el gobierno prefiere gobernar para los poderosos y sacarnos los recursos que son el fruto de nuestro trabajo”. Pasaron unos cuantos años, y otros tantos gobernantes, pero la cuenta sigue. La marcha 900 nos dice que todavía falta, que estamos ahí, pero que falta.

En el improvisado escenario, a un costado de la legislatura, Víctor De Genaro reflexionó sobre esta constancia y tozudez, características casi estereotipadas de nuestros viejos. “Estos viejos desde hace mucho que vienen peleando, porque a veces uno cree que la historia comienza cuando uno se involucra. Pero no, la historia es un proceso, por lo tanto no se empieza de cero, nosotros somos parte de la lucha de los que hoy son jubilados y ayer fueron trabajadores activos. Porque sobre todo somos parte de la clase trabajadora que genera la riqueza en nuestro país y que hoy se encuentra relegada en la distribución por culpa de los que nos gobiernan”. “Dicen que no tienen dinero, lo que no tiene es vergüenza”.

“La disputa fue mutando a medida que se fueron consiguiendo cosas”, dice la secretaria de previsión social de la CTA, Lidia Mesa. Lo que se le reclama a Cristina, a sus funcionarios y a todos los legisladores con responsabilidad en este gobierno, es el 82% móvil en la misma función del trabajador activo; una jubilación mínima de $1.600, con el reestablecimiento de las escalas jubilatorias; una nueva Ley Provisional; y un PAMI dirigido por sus auténticos dueños, los jubilados y trabajadores.

La historia de los trabajadores la escriben los propios trabajadores y, por esto, vale resaltar la lucha de los que han puesto su vida al servicio de objetivos superiores. En esta marcha se entregaron unas plaquetas por “mantener en el tiempo la llama viva de la esperanza”, a varios compañeros que se emocionaron hasta las lagrimas.

Cerrando el acto, el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, reconoció que "estas son las 900 marchas de la entereza, la dignidad, la conciencia de clase y la enseñanza para los más jóvenes".

El dirigente también explicó que es bandera de toda la CTA el reclamo por "el 82% móvil y la sanción de una nueva ley de movilidad jubilatoria", al tiempo que reconoció que "no habrá jubilación digna si no hay salario digno. Y por eso la CTA seguirá en su lucha para que haya en la Argentina una justa distribución de la riqueza".

Además, informó que la Central lanzó una campaña nacional por la aplicación del Convenio 102 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). "La última asamblea de la OIT estableció que los gobiernos, frente a la situación de crisis que existe en el mundo, tienen que ratificar este convenio que habla específicamente de los instrumentos mínimos de la seguridad social que deben garantizar los Estados. Es decir: jubilaciones dignas, sistema nacional de pensiones y seguro de desempleo para todos los trabajadores del país. Para nosotros este es un tema clave. Y por eso vamos a seguir luchando”, concluyó.

Le dieron color a la jornada, los compañeros del MTL, MBB, ATE, FETERA, FOETRA, CTA provincia, la juventud de la CTA, los Centros Jubilados y pensionados de distintos lugares de la provincia, los jubilados del Banco Ciudad, entre otros.

Contó con la presencia de los dirigentes y trabajadores de toda la CTA. Hugo Yasky, Pablo Micheli, Víctor De Gennaro, Víctor Mendibil, Ricardo Peidro, Alejandra Angriman, Daniel Barragán, Daniel Jorajuría, Fabio Basteiro, Carlos Chile, Hugo "Cahorro" Godoy, Oscar de Isasi, Pablo Reyner, entre tantos otros dirigentes de la Central acompañaron este nuevo reclamo por una jubilación digna.

Para cerrar, valen las palabras de apertura de Pedro Murga, miembro de la mesa coordinadora: “nos honran con su presencia, porque a pesar de los pesares hoy están aquí”.

Nuestra historia siembra el presente, para cosechar el futuro

El siguiente es un extracto salido en el periódico JUBILDOS:

Lejos de ser un problema de los jubilados EL PROBLEMA ES DE TODOS y debemos tener claro que estamos ante la violación de derechos fundamentales. Por eso convocamos a los más amplios sectores a apoyar y participar activamente en esta jornada nacional, desde los lugares que se pueda frente a las gobernaciones, municipalidad o plazas reclamando: Debatir una nueva Ley Previsional Pública (de reparto), recuperando para el conjunto de los trabajadores jubilados el 82% móvil en igual cargo, tarea o función; Elevar de inmediato la jubilación mínima a $1.600 por encima de la línea de pobreza y salir de la miserable indigencia a que nos tienen sometidos; Recomponer las escalas, cumpliendo con los fallos de la Corte Suprema en caso Badaro y otros, para todos los casos similares, sin necesidad de juicios individuales, de acuerdo al precepto constitucional de “igualdad ante la Ley”

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