Sin causa justificable la automotriz norteamericana Ford, radicada en Argentina, despidió a Guillermo Carrera, quien fuera elegido secretario gremial de la CTA Tigre, en las elecciones directas del 9 de noviembre pasado en todo el territorio nacional (*).

Su afinidad y filiación a la Central no eran desconocidas por ningún trabajador de la planta, ni por los directivos de la empresa Ford. Es más, cuando Carrera supo de su designación en la Central, anotició de forma inmediata a la empresa. Como respuesta recibió un telegrama de despido a sus funciones.

¿Cuáles fueron los justificativos utilizados por la Ford para cesantearlo?

Se fundamenta en faltas anteriores falsamente invocadas, como el incumplimiento de normas de seguridad, la no utilización de equipos de protección personal. Argumentos que, al no ser verdad, fueron dirimidos en juicios por desafuero cuando era delegado de la Ford. En su momento, la Justicia dictaminó que las acusaciones de la empresa no tenían peso.

¿A su modo de ver, cuál sería el motivo del despido?

El trasfondo de esto sería la filiación gremial a la Central de Trabajadores de la Argentina. El día anterior a mi despido estuvimos trabajando en el problema de encuadramiento de 36 mujeres que realizan tareas de limpieza en una empresa tercerizada, que quedaron fuera de la negociación. Esta empresa está bajo el convenio de SMATA, y tiene a la mitad de los hombres cobrando salarios superiores a las de las mujeres que realizan la misma tarea y función. La lucha era para que todos puedan incorporarse al Convenio Colectivo de Trabajo Nº 8.

¿Qué acciones legales se han realizado?

Hasta ahora estamos siguiendo los pasos legales. Se elaboró un telegrama de impugnación a la ruptura arbitraria del contrato de trabajo, ya que argumentamos que se trata de una represalia por mi vinculación con la CTA, con lo que se logró una audiencia en el Ministerio del Trabajo en El Tigre el 27 de noviembre pasado. En esta audiencia estuve con los abogados de la CTA Tigre y exigimos la inmediata reincorporación a mi puesto de trabajo, en las mismas condiciones que gozaba antes del despido.

¿Cual era su actividad laboral en Ford?

Ingresé a trabajar en 1994. En los primeros años trabajé como pulidor y reparador en línea y en los últimos 10 como soldador de punto. En el plano sindical siempre tuve una intensa actividad gremial. Estuve en el SMATA como afiliado y en el 97 fui delegado del cuerpo gremial, durante tres períodos consecutivos, es decir desde 1994 hasta el 2004. Después no hubo más elecciones y pudimos hacer una prórroga del mandato. Cuando dejé de ser delegado perdí la inmunidad gremial. El 2006 fue un año de vulnerabilidad.

¿Ha recibido solidaridad por parte de sus compañeros de planta?

Los compañeros salieron a la calle a solidarizarse y a reclamar mi reincorporación El apoyo de ellos es incondicional, existe contención. Vivo cerca de la planta y me encuentro con los compañeros permanentemente, siempre me dan ánimo.

¿Sabe si alguna vez se dio un caso similar?

No, es el único caso que conozco, en el que se despide a un secretario gremial. La empresa siempre aprovechó la reducción de plantel para despedir a los sindicalistas. Este viene a ser un caso testigo. Lo importante es que el tema se tome desde lo que representa, es decir, que la Ford desconoce a la CTA como representante de los trabajadores. A una semana de las elecciones, no pueden desconocer mi afiliación sindical, además, lo notifiqué un día antes del envío del telegrama, mi pertenencia a la CTA siempre fue vox populi.

¿Cuáles son las acciones que la CTA realizará para lograr su reincorporación laboral?

La CTA inició una campaña por mi reincorporación y para que en este país se termine de una vez y para siempre con la persecución ideológica. Y por la libertad y democracia sindical para que los trabajadores nos organicemos libremente.

(*)Nota publicada en el Boletín de Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA-CTA)

Comentar este artículo