Durante las jornadas se exhibieron trabajos realizados por la Asociación Miguel Bru en la Isla Maciel de Avellaneda, la Casa de Cultura y Oficios de la sede de Parque Patricios de la ciudad de Buenos Aires y la Publicación del “Observatorio Contralor de Noticias Informativas sobre jóvenes en situación de delito”.
Por la tarde, hubo mesas de debate “La lucha de las madres y la búsqueda de justicia” en la que disertaron Raúl Zaffaroni: Juez de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Adelina Dematti de Alaye, Madre de Plaza de Mayo filial La Plata, Estela de Carlotto, Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo y Rosa Schonfeld de Bru, Madre de Miguel y presidenta de la Asociación Miguel Bru.
También hubo un debate sobre “la producción de noticias informativas en los medios masivos de comunicación y la formación de opinión pública” en la que disertaron numerosos periodistas de organizaciones sociales y universitarias.
A las 18, marcharon desde la facultad por calle 7 hasta la Comisaría Novena de La Plata (5 y 59), lugar donde Miguel Bru fue secuestrado y torturado hasta la muerte y luego desaparecido, el 17 de Agosto de 1993.
Y por ultimo entre la 19.00 a 2.00 de la mañana se llevará a cabo una vigilia, conmemoración simbólica que la familia Bru y la Asociación Miguel Bru realizan todos los años para reclamar la aparición del cuerpo del estudiante de periodismo.
La historia
Miguel Bru, estudiante de esta Facultad de Periodismo, fue asesinado en la comisaría Novena de La Plata. Según dejó acreditado el fallo dictado en juicio oral y público el 17 de mayo de 1999, el joven fue sometido a torturas que le causaron la muerte.
Sin embargo, su cuerpo aún no fue hallado. Por este motivo el fallo condenatorio por parte de la Cámara Penal platense fue considerado histórico al sentenciarse a policías en un caso de homicidio, sin tener como prueba fundamental la existencia del cadáver de la víctima.
La Cámara consideró varios testimonios que dieron cuenta de que en la camisería Novena de La Plata, Miguel Bru había sido ingresado por dos de los cuatro imputados y recibió torturas que derivaron su muerte.
Por este hecho fueron condenados a prisión perpetua el ex oficial Walter Abrigo y el ex sargento Justo López que se desempeñaban, en esa época, en el servicio de calle de la seccional novena. También recibieron tres años de prisión su jefe, el comisario Juan Domingo Ojeda y el suboficial Ramón Cerecetto, quien en ese momento estaba en la guardia de la comisaría.
De todas maneras, el único policía que está preso es Abrigo, puesto que López -pese a haber sido condenado con la máxima pena- fue liberado antes del juicio oral al cumplir tres años de arresto. Recientemente, el Tribunal de Casación bonaerense confirmó la sentencia, aunque falló que el ex policía debía seguir libre hasta que la apelación sea tratada por la Corte.
Desde la desaparición del estudiante, ocurrida el 17 de agosto de 1993, se han realizado 26 búsquedas de su cadáver en distintos lugares de la zona.