Desde las 7 de la mañana, estuvieron presentes junto a Yasky el secretario administrativo, Daniel Barragán; el de Finanzas, Daniel Jorajuría Kahrs y el director del Departamento Jurídico de la Central, Horacio Meguira. Fueron ellos los encargados de informar a la prensa sobre diferentes aspectos que refieren a la actualidad de la Central y que han estado en la agenda de los medios de comunicación masivos durante esta semana.
¿Yasky, ¿cómo está el tema de la personería gremial?
Hoy acabamos de resolver ingresar en el expediente la Resolución de la OIT, que a partir de la Reforma Constitucional del 94 tiene rango de ley. Es decir que el convenio 87 tiene la fuerza de una ley nacional. De manera que creemos que con este ingreso al expediente, desde el punto de vista legal está cerrado y ahora resta una decisión política que es reconocerle el derecho a los trabajadores de elegir libremente su organización, su conducción y la decisión que tiene que ver con la vida sindical. Esa es la personería que reclamamos.
¿Y más allá de este expediente, ¿cuándo creen que se podría tomar esta decisión?
Nosotros creemos que tiene que ser ahora. No hay ninguna especulación ni ninguna razón que justifique la demora. La personería a la CTA tiene que ser otorgada porque es una cuestión de derecho y porque para una sociedad como la argentina, que hace denodados esfuerzos para avanzar en su democratización, va a significar un paso muy importante. Acá hay que recordarle a un actor que muchas veces permaneció oculto, pero que tiene mucho peso: el empresariado.
Que el empresariado no agite fantasmas con respecto a la personería para la CTA. Porque no hay nada mejor para un pueblo que quiere vivir en democracia que tener un movimiento sindical libre, con democracia interna y debate. Para que nadie le imponga a los trabajadores las resoluciones que ellos necesitan. Y sobre todo, que les desaten las manos. Nosotros vamos a plantear en una marcha nacional el 28 de agosto que tendrá como consigna “paritaria social para distribuir la riqueza”, que sólo se puede dar en un país donde los trabajadores no están amordazados.
¿Cuál es la postura de la CTA respecto a la doble indemnización?
Para nosotros está vigente la doble indemnización y no sería bueno tomar medidas apresuradas. Hay una reglamentación y pasos legales que se deben cumplir. Sería importante que el Ministerio de Trabajo convocara tanto a las centrales de trabajadores como a los empresarios a discutir este tema. No sería bueno dar por hecho que la desocupación forma parte del pasado y mucho menos tomar una medida apresurada que signifique un rebote que no pongan después en el proceso
¿Consideran que la desocupación es del 9,8 es tal o que es del 11,4, teniendo en cuenta que esa sí incluye los planes sociales?
Creo que la inclusión de los planes sociales de alguna manera significa un artificio en relación al índice real de desocupación. Sabemos, por supuesto, que ha bajado la desocupación y eso está fuera de discusión. Pero tenemos un nivel todavía alto y bolsones en los que hay decenas de miles de desocupados que es un tema de pendiente resolución. Por eso insistimos en que no debe haber apresuramientos. Fue lo suficientemente catastrófico el cataclismo social que sufrimos en el año 2001 como para tomar medidas apresuradas hoy.
¿Qué es lo que van a hacer respecto a la convocatoria del Consejo del Salario? Se había anticipado que la primera reunión sería en estos meses y ahora todo se ve dilatado por la campaña electoral.
Vamos a reclamar e insistir en la necesidad de que el Consejo del Salario tenga continuidad. En ese sentido, lo más positivo que ocurrió fue el compromiso, en el punto 3º de la cláusula que se terminó aprobando, de darle continuidad al Consejo del Salario y de iniciar las acciones para que cumpla con el cometido que la ley establece que es definir el costo real de la canasta básica total. La CTA va a seguir reclamando la continuidad de ese ámbito porque hay una asignatura pendiente: la de mejorar el ingreso de los trabajadores, de los desocupados; asegurar subsidios universales para que en la Argentina no haya hogares bajo la línea de la pobreza, es quizá la tarea principal de cualquier gobernante y la primordial para los que estamos al frente de las organizaciones sociales.