(Por Rosario Hasperué para La Central) Promueven regiones culturales como las que rigen para el cine y el teatro. Están cansados del trabajo en negro y de la explotación laboral a la que son sometidos. Van por la aprobación de una Ley de la Música que mejore sus condiciones laborales. Pero principalmente, buscan que sus pares se consideren como lo que son: trabajadores.

León Gieco invitaría a Claudio a que participara de su show y le pagaría por función, si lo conociera. Claudio es un excelente guitarrista y forma parte de una banda que hace música fusión. Sin embargo, Claudio yira, yira por bares y boliches pagando un buen precio por tocar. “Les están pidiendo más de mil pesos” denuncia Gustavo Zurbano, fundador de la Unión de Músicos, que trascendió su primera pertenencia platense para convertirse en una organización provincial, “eso es trabajo en negro, pero está naturalizado. La pelea es para que el músico se considere trabajador y así poder lograr mejores condiciones laborales”.

Entre sus 30 años de músico, Gustavo Zurbano (50) participó de la fundación de la CTA y luego de la UM que enmarcó en la Central. Guitarreada mediante, conoció a Juan Manuel Torillo (30) que lleva 17 años entre corcheas y pentagramas. “Lo más interesante es marcar este proceso, que varios músicos vimos la necesidad de juntarnos, de asociarnos, para cambiar nuestra realidad laboral” comenta Torillo.

¿Qué implica considerarse trabajador de la música? “Considerarse como trabajador desde la hermandad de clase; reclamar los derechos laborales como toda actividad que genera valor, que lleva esfuerzo y estudio. Debe implicar un salario, derechos, seguridad en el desarrollo de esa actividad, un marco legal, normativo. Gran parte de los músicos hoy en la Argentina trabajan la autogestión, de manera independiente, y tiene que ver con la libertad artística, pero la mayoría que quiere dedicarse solo a la música no puede hacerlo” reflexiona Torillo.


“La pelea es para que el músico se considere trabajador”

Cansados del manipuleo, bandas de rock platenses gestaron a mediados del año pasado una revuelta en el ambiente nocturno que se propagó a otros territorios. Incluso planearon hacer huelga de música ante el abuso de los locales que les cobran por un show por el que les tendrían que pagar. En estas condiciones “la primer pelea es para que el músico se considere trabajador” dice Zurbano.

En ese camino, la UM forma parte de Músicos Argentinos Autoconvocados, que nuclea a organizaciones de las provincias de Buenos Aires, San Juan, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Río Negro y de Capital Federal. Estas organizaciones ya lograron la derogación del decreto que regula la Ley 14.597 y redactaron una nueva Ley de la Música, que llevó dos años de trabajo y hoy se encuentra en estado parlamentario en la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados de la Nación.

Durante el 2008 realizaron el Encuentro Nacional de Organizaciones de Músicos Independientes con el lema "Sonemos juntos o sonamos todos". Entre los puntos destacados, acordaron una fuerte campaña por la aprobación de la Ley del Músico, el apoyo a una nueva Ley de Radiodifusión y sumarse a la pelea por Libertad Sindical en la Argentina. Además como instancia superadora, resolvieron construir la Federación de Músicos.

Tal vez Gieco no conozca nunca a Claudio, pero algún día no muy lejos, el buen guitarrista podrá ser justamente remunerado. Claro, todo dependerá de la negociación paritaria, cuando conozca sus derechos y se asuma trabajador.

El Instituto de la Música

“Lo que vemos nosotros es que hay una falta de información de los músicos en relación a sus derechos, y la defensa de esos derechos solo se puede lograr con el ejercicio de los mismos” argumenta Torillo y agrega: “El proyecto del Instituto apunta a la difusión de eso derechos para el fomento de la actividad, para los que trabajan de manera independiente y quieren pegar un salto en la difusión, hacer de eso una herramienta laboral”.

La Ley Nacional de la Música tiene como objetivo que sea el Estado quien promocione, estimule y apoye a la actividad musical en general, estableciendo la creación de un fondo de fomento a las actividades culturales. Con ello se busca mejorar las condiciones en las que se desarrolla la actividad musical, e implica la creación del Instituto Nacional de la Música desde el cual se trabaje en la generación de herramientas para la producción, distribución y difusión de la música grabada mediante el otorgamiento de vales, se coordinen circuitos estables de música en vivo, se generen instancias de formación y capacitación, actúe en la promoción cultural y social, brinde créditos y subsidios a la producción musical.

Una de las cuestiones principales de la Ley, es que se considere al Instituto como ente autárquico y autónomo, ya que se plantea funcione dentro de una política de Estado y no de Gobierno. Para ello se establece que la conducción del mismo sea ejercida por representantes de la música. Para Torillo: “Hay que debatir en torno a la creación de un Instituto, de una ley de Radiodifusión, de todos los proyectos vinculados a la cultura, y de la posibilidad de que se puedan mostrar todas las expresiones culturales de carácter nacional, regional, que no queden libradas solo a la rentabilidad que puedan o no generar”.

Comentar este artículo