La lucha es para proteger integralmente a nuestros pibes, para devolverles sus privilegios, para garantizar sus derechos. Y fue ayer mismo mientras manteníamos una reunión en la casa de gobierno reclamando por la defensa de nuestros pibes y en rechazo de la propuesta del gobernador provincial de bajar la edad de imputabilidad, al concluir la marcha, que nuevamente fuimos atacados como en los peores tiempos. En esta oportunidad secuestraron a Viviana, una compañera de 22 años, ella es educadora en el Centro Belén de la Red El Encuentro de José C. Paz, cuya coordinadora es Ana Gravina. La obligaron a subir a un auto a las 3 de la tarde en la calle 6 y 50, a pocos metros de la casa de gobierno provincial.
Fue golpeada salvajemente, tajeada en las palmas de la mano, en los brazos, en el vientre y en los pies, y luego liberada.
Este no es el primer hecho de violencia cometido contra educadores populares y pibes que participan de la construcción cotidiana del Movimiento de los Chicos del Pueblo, en un intento feroz y aborrecible para que se abandone la campaña nacional "El hambre es un crimen".
En septiembre secuestraron y golpearon brutalmente a otro joven educador del Hogar Juan XXIII de la obra de Don Orione en Gerli (Avellaneda). En el mes de julio, un menor de edad fue secuestrado por tres adultos encapuchados y armados que se desplazaban en un automóvil donde recibió amenazas dirigidas también contra las actividades del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo. En abril de este mismo año, también, mediante un operativo comando, personas con armas largas asaltaban la imprenta Manchita.
Por esto, por el compromiso y la fuerza, por la esperanza y la convicción repudiamos enérgicamente los hechos acontecidos, todo intento de amedrentar, callar y desvanecer la lucha por nuestros pibes, contra el hambre y la exclusión.
Rosana Merlos
Secretaria de Derechos Humanos
CTA provincia de Buenos Aires