Con múltiples actividades los estatales seguimos reclamando por un aumento salarial digno, devolución de los cinco meses de asignaciones que nos deben, pago de los días descontados injustamente por paros, blanqueo de sumas en negro, pase a planta de los trabajadores precarizados y cumplimiento de acuerdos paritarios.
Un programa radial de dos horas transmitió en vivo parte del acto, y llevó a toda la población la problemática que vivimos a diario los estatales. El programa fue emitido a través de FM Radio Estación Sur, difundido por Radio Ahijuna de Quilmes, FM La Posta de Moreno y otras emisoras de la red FARCO en todo el país.
Nuestro compañero Eduardo, titiritero de alma, realizó una obra en la que sus muñecos alimentaron la ilusión y la ternura, para placer y diversión de grandes y chicos.
Pero la tarde se empañó de gris. No por el sol, que ya faltaba, sino por la presencia de policía e infantería amenazando con desalojarnos por la fuerza. Realmente se vivieron momentos de tensión, ante la presencia numerosa de uniformados con cascos y escudos, y de la fiscal que nos comunicaba la orden firmada para desalojar la calle.
La presencia masiva de todos los compañeros en ese momento, la férrea valla de seguridad prevista por nuestra organización, y la firme decisión que mantuvieron nuestros dirigentes de permanecer en la calle, y continuar con el acto, evitó finalmente el desalojo.
La alegría espontánea de toda la militancia se transformo entonces en cánticos y bailes. Y ya nadie nos pudo mover de la calle, donde se hicieron presentes los artistas del Circo Conan, que con malabares, aros, destrezas y payasos lograron la admiración, el asombro y la risa, atrayendo la atención una vez mas hacia la verdadera fiesta, la de los trabajadores movilizados.
Los espectáculos finalizaron con la presentación sobre el escenario del grupo Los Hermanos Herrera. Los músicos populares interpretaron sentidas canciones folclóricas y de protesta, que llenaron la calle de parejas danzando, y fundieron los aplausos con la militancia.
Después de una extensa jornada de lucha y participación, cientos de compañeros se aprontaban para cenar un rico guiso en la olla popular instalada en la plaza.
