Guillén denunció que luego de la represión que se efectuó el último viernes, comenzó una campaña de intimidación a la organización sindical, y “de una organización que dirige el “Barba” Gutiérrez sacaron volantes en donde me acusan de negociados en el Consejo Escolar y en el Hospital de Solano, no se qué tipo de negociados porque yo solamente voy a hacer asambleas en esos lugares”.
“No se cuál es el problema que tiene con nosotros – añadió- al principio creíamos que con esta nueva gestión íbamos a poder cambiar la realidad en Quilmes, creíamos que iba a venir una dirección distinta acorde a las necesidades de los ciudadanos quilmeños, pero además que íbamos a ser escuchados los trabajadores que veníamos sin ser escuchador con muchos problemas laborales, teniendo en cuenta que Gutiérrez es un ex dirigente gremial que conoce las reivindicaciones de un trabajador, pero fue muy poca la respuesta concreta en el área gremial, no tuvimos aumento laboral, ni el pasa a planta de compañeros, además pedimos la devolución del 3% de antigüedad”.
Respecto a las agresiones, el secretario de Organización de la CTA bonaerense, Julio Ortellado, indicó que “esto forma parte de los viejos métodos que entendíamos erradicados, a los trabajadores no se los deja reunirse en asamblea y los locales son atacados a la madrugada por desconocidos”.
Jornada de furia
El último viernes 16 de abril, unos 200 trabajadores y trabajadoras municipales, de educación y salud de Quilmes, que fueron acompañados por unos 10 compañeros y compañeras de Moreno y Ensenada, fueron una vez más al municipio a levantar las banderas de los reclamos históricos. El objetivo era hacer una asamblea y entregar un petitorio al Intendente. Pero lo que iba a ser una jornada de protesta se transformó en una jornada de represión cuando los trabajadores fueron sorprendidos en el interior del municipio por efectivos de infantería, quienes rompieron un blindex a bastonazos y comenzaron a reprimir con gas pimienta y balas de goma.
En poco tiempo, varias personas fueron heridas, incluyendo un periodista y un trabajador del Consejo Deliberante que se encontraban en el sitio.
El mismo día en horas de la noche, desconocidos pintaron con leyendas agresivas el frente de la seccional de ATE Quilmes, e incluso arrojaron una bomba molotov que causó un principio de incendio.
Guillén atribuyó este atentado “a la patota que tiene la municipalidad” y agregó: “Estamos preocupados por nuestros compañeros y compañeras. Somos trabajadores, y nuestra práctica gremial desarrollada desde ATE no tiene nada que ver con la violencia desplegada por el intendente”. “No comprendemos esta actitud de Gutiérrez -añadió- parece salida de ora época que creíamos superada”.
“Esta situación de discriminación se tiene que terminar”
El Secretario General de ATE y CTA provincia de Bunos Aires, Hugo Godoy dijo que "esta situación de discriminación de los intendentes que creen que tienen el derecho de decidir quienes son los interlocutores gremiales para discutir los problemas de los trabajadores, se tiene que terminar". Y agregó:"Somos los trabajadores quienes tenemos la autoridad para decidir los delegados, las autoridades y la organización gremial que nos puede representar".
Godoy afirmó que "en asamblea vamos a decidir que no vamos a dejar de tomar todas las medidas necesarias hasta que el intendente Gutierrez entienda que tiene que recibir, discutir y resolver problemas de los municipales abriendo un espacio de discusión democrática con nuestra ATE".
Repudio al Intendente que reprime a sus empleados
Inmediatamente a la represión, distintos sectores se solidarizaron con los trabajadores de ATE. El Diputado Nacional de la Coalición Cívica, Horacio Piemonte, manifestó “su más absoluta condena a la represión sufrida por los trabajadores de la Asociación de Trabajadores del Estado en el municipio de Quilmes”. Piemonte agregó que “el intendente Gutiérrez debía custodiar y proteger a los que son sus empleados, sin embargo optó por la represión y el maltrato. Los trabajadores que estaban en el municipio reclamaban por sus derechos y es lamentable que ahora estemos hablando de heridos por una injustificada represión. Desde mi lugar de trabajo me solidarizo con ellos y condeno rotundamente la agresión sufrida”.
La Comisión Permanente de Madres de Plaza de Mayo de Quilmes, también expresó su repudio: "Nos solidarizamos y repudiamos que en una nueva jornada de lucha los compañeros de A.T.E. han sido víctimas de una feroz represión Asimismo repudiamos, el ataque sufrido al compañero Walter Ormazabal, Secretario de Organización del S.U.T.E.B.A. Quilmes. Denunciamos a las Autoridades Municipales por permitir estos hechos".
Por su parte la presidencia del concejo deliberante local señaló: “Manifestamos nuestro más absoluto repudio a los hechos sucedidos en el municipio, cuando por orden del señor jefe comunal, se impidió ingresar al edificio a una columna de la Asociación de Trabajadores del Estado, dándose incluso a posteriori, la orden de reprimir."
"El jefe comunal tenía delante de sí, a sus propios empleados. El personal de ATE que se movilizó, es parte de la estructura de la administración municipal y el deber es su custodia, no su maltrato. Tomar la decisión de desalojar en forma violenta es un recurso extremo y que solo puede –lejanamente- justificarse ante un riesgo colectivo mayor. Jamás, cuando lo que hay enfrente son trabajadores que reclaman por sus legítimos derechos."
"Repudiamos lo dispuesto por la administración Gutiérrez, y que ha dejado como saldo trabajadores heridos y descompuestos, con quienes nos solidarizamos, así como con las autoridades locales de ATE."
La CTA local difundió un comunicado en el que se manifiesta:
“Nuestro absoluto repudio a la represión desatada dentro del edificio municipal contra los trabajadores y trabajadoras municipales enrolados en la Asociación Trabajadores del Estado".
“Creíamos que la represión como respuesta para los trabajadores que reclaman por mejores condiciones de vida era algo que había quedado en el peor pasado de la Argentina. Los hechos ocurridos hoy en la municipalidad parecen demostrar lo contrario. Alguien dio la orden de no permitir el ingreso de los trabajadores de ATE y el intendente Francisco Gutiérrez no puede eludir su responsabilidad política sobre el brutal accionar de la policía.
Sabemos que desde temprano los jefes Pablo Otero y Fernando Grasso y su numeroso escuadrón de efectivos de infantería de la policía bonaerense estaban esperando a la columna de trabajadores de ATE. Fueron ellos, porque para eso están entrenados y para eso se los dispone dentro de un edificio municipal, quienes apalearon, golpearon e hirieron a compañeras y compañeros que iban a reclamar por un aumento de sus magros salarios.
Fueron ellos quienes usaron gases altamente irritantes sobre la cara de los trabajadores. Un hecho inadmisible en un país que lleva casi tres décadas de sistema democrático, nada tiene que hacer la policía frente a este legítimo reclamo. Ningún medio local de los muchos que había allí presentes ha podido constatar la existencia de policías heridos porque tal cosa es un invento. En cambio, sí sufrieron heridas de parte de los efectivos policiales los periodistas, quienes a su vez pudieron filmar y fotografiar en el lugar y a pocos minutos de ocurrida la represión a varios de los más de treinta heridos de entre los manifestantes.
El muy discutido secretario de Seguridad del municipio, Orlando Segura lleva sobre su espaldas las responsabilidades de heridos y desmanes provocados por la policía durante la represión. Estamos convencidos que el funcionario mencionado no es quien debe atender los reclamos de los trabajadores en el distrito y dudamos este capacitado para hacer evaluaciones políticas en democracia.
Quienes prometieron una gestión abierta a la comunidad, ahora se encierran y ponen a la policía a reprimir trabajadores. Quienes se reivindican como parte del movimiento obrero organizado salen ahora a judicializar gremios. Estamos dispuestos a demostrarle que esa no es la forma” indicaron desde la CTA Quilmes.
En tanto, desde el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos “nos solidarizamos con las trabajadoras y trabajadores de ATE y repudiamos la represión policial que sufrieron el viernes por la mañana cuando reclamaban por sus salarios en el edificio municipal.
El intendente dice en los medios locales que “se llamó a la policía para darle garantías de seguridad a las personas que estaban en el municipio”. Llamar a la policía del gatillo fácil a un lugar en el que produce una protesta obrera es una garantía segura de represión. En ese sentido hacemos responsable al gobierno municipal de cualquier represalia que sufran los compañeros”.
Fuente: www.infocielo.com; www.lavoz.org.ar; www.diario5dias.com.ar; www.atepba.org.ar
