José Rigane, secretario de Organización de la Central de Trabajadores de la Argentina y titular de FeTERA-CTA, dialogó con ACTA sobre los temas centrales a tratar en el marco, de lo que definió “como la necesidad más urgente que nunca de que la Argentina se reapropie de sus recursos naturales, hoy en manos de las multinacionales".
A continuación parte del diálogo mantenido con el secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del Plata:
¿Hay una política energética en la Argentina?
Lo que se verifica es la continuidad de la entrega del patrimonio nacional a través de los distintos gobiernos. Fernando De la Rúa renueva la concesión de Loma La Lata por diez años y antes que se venciera, Néstor Kirchner entrega por 10 años la concesión de la cuenca del Lago San Jorge. Se les concede a las provincias desde la reforma constitucional fruto del Pacto de Olivos la total decisión sobre el manejo de los recursos energéticos.
¿Y eso de qué manera se traduce?
El actual esquema del sistema energético determina la libre disponibilidad de petróleo a aquellas compañías que prometan explorar. Da plena libertad a las compañías extranjeras para se llevan las divisas a sus casas matrices. El 95 por ciento del petróleo es manejado por cuatro multinacionales en un país donde se prioriza la exportación por sobre el mercado interno.
¿Cuáles son los temas centrales quese tratarán en ambos congresos?
Vamos a analizar la crisis enérgetica y como enfrentarla. Insistiremos en nuestro planteo de recuperar los recursos naturales. También se dará la bienvenida a nuevas organizaciones que se incorporarán a la Federación de Trabajadores de la Energía.
¿Qué evaluación hace de la campaña contra el Tarifazo?
Creció en todo el país, a veces en forma natural, y a tal punto que a veces nos es difícil contenerla. Es una línea fundamental de enfrentamiento con los grupos multinacionales y el saqueo que siguen llevando adelante en el país.
¿El descontento con los aumentos en los servicios públicos son parte de un modelo en crisis?
Este modelo energético ha colpasado y las pruebas están a la vista. Cuando la presidenta Cristina Fernández se reúne con sus pares latinoamericanos que, a diferencia de lo que ocurre en nuestro país, tienen bajo su mando compañías estatales de energía. Los mandatorios de las naciones de la región defienden sus activos a través de empresas nacionales, mientras que en la Argentina no se han modificado las condiciones que responden a los intereses de quienes se quedaron con las compañías del Estado. Hay que imitar al resto de Latinoamérica.
Usted evidentemente no cree en las campañas que reparten lámparas de bajo consumo.
Eso es otra tomadura de pelo a los sectores populares como lo de ahorrar la luz en los edificios públicos y el alumbrado de las calles. Paralelamente a eso, permiten la libre disponibilidad de los recursos energéticos por parte de los grupos multinacionales. Hay que entender que hoy, el uso de la energía es un derecho humano. No somos clientes sino usuarios.
Hay que avanzar, entonces, en la concientización de la necesidad de recuperar los bienes naturales.
Por supuesto, estamos ante un bien social. Nuestros recursos naturales no se siembran, están en el suelo y no son recuperables. No pueden estar en manos de las multinacionales ni al servicio de su enriquecimiento, mientras el pueblo, cuando puede contar con ella, paga cada vez más caro por la energía.