(ACTA). A raíz del aumento de la canasta familiar registrado en los últimos meses, los trabajadores del Sindicato de Obreros y Empresas de Refinerías de Maíz (SOERM-CTA) obtuvieron una recomposición salarial

El SOERM planteó a la patronal que debido a la carestía de vida se tornaba en insuficiente el incremento de salarios logrado a principios de este año, lo que desencadenó un conflicto sindical que culminó ayer con un nuevo acuerdo salarial más beneficioso para los trabajadores del sector.
Rafael Molina, secretario general del SOERM explicó a ACTA que en marzo su gremio había firmado un acuerdo que implicaba un incremento salarial del 36 por ciento en sus salarios. “En ese momento, estuvimos satisfechos con los resultados de la negociación. No obstante, muchos aumentos de precios pasaron por las góndolas desde principios de año hasta acá y se han afectado los bolsillos de los trabajadores”.
El secretario Adjunto de la CTA bonaerense, explicó que “pedimos a la patronal la reapertura de negociaciones pero se negaron de plano, entendiendo que no había razón para reabrir la discusión salarial”.
Reunidos en asamblea, los trabajadores "decidimos el quite de colaboración que se tradujo en una caída de la producción de por lo menos el 50 por ciento. La nueva situación obligó a los empresarios a sentarse en la mesa de negociación. De ahí salió el acuerdo que acabamos de firmar y que significa una suma fija de 400 pesos a pagar a partir de agosto", dijo Molina.
El dirigente de Refinerías de Maíz, destacó el nivel de unidad y organización de los trabajadores para "preservar nuestros ingresos frente a los incrementos del costo de vida".

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