“Destacamos el nivel de organización y solidaridad de los trabajadores de Prensa y de otros gremios de la CTA” indicó Patricia Blanco, secretaria Gremial del Sindicato de Prensa de Mar del Plata e integrante de la mesa regional de la CTA. La referente gremial explicó que “el conflicto se generó ante el incumplimiento del pago de la segunda cuota del SAC y el salario correspondiente a diciembre, por lo cual se realizó un paro de actividades que la empresa respondió con en el despido de cuatro trabajadores. Esta medida de la Patronal generó un recrudecimiento del conflicto y una gran movilización en apoyo de los trabajadores de prensa”.
Tras ocho días sin respuesta, este sábado 13 de enero se realizó la movilización que contó con el aval de los sindicatos y con la intervención de la delegación local del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires. Esa misma tarde, la empresa cumplió con el pago de las sumas adeudadas y con la reincorporación de los periodistas despedidos.
Durante el acto, Roberto Ferro, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Prensa de Mar del Plata explicó a los medios de prensa la difícil situación por la que atraviesan los empleados del tradicional diario marplatense.
Entre otros, asistieron a la protesta Pablo Merlo, secretario general del Sindicato de Trabajadores Gráficos; el delegado del Ministerio de Trabajo bonaerense, José San Martín; los secretarios generales del SOMU, Néstor María; de la CTA y SUTEBA, Raúl Calamante; y de la Asociación Bancaria, Fernando Cuesta; los concejales Verónica Beresiarte, Viviana Roca, Leticia González, Guillermo Schutrumpf y Martín Aiello; trabajadores del puerto, integrantes de Madres de Plaza de Mayo y de la agrupación H.I.J.O.S., jugadores de Alvarado y representantes de Luz y Fuerza.
Un conflicto diario
El diario El Atlántico pertenece al grupo Crónica. Los empresarios a cargo de la firma realizan constantes inversiones en sanatorios, hotelería y en medios de comunicación y sin embargo han incumplido sistemáticamente los compromisos asumidos en el Ministerio de Trabajo de la Provincia.
Además de un retraso constante en el pago de los salarios, los trabajadores perciben sueldos por debajo de lo establecido en el convenio colectivo de trabajo y, en algunos casos, por debajo de la línea de la pobreza. Tampoco se cumplen con las categorías establecidas en el CCT, no se respeta la escala salarial homologada en paritarias, existen deudas salariales de hace cuatro años que alcanzan los seis meses, se adeudan importantes sumas a las obras sociales de los dos gremios y años de aporte que son retenidos a los trabajadores y que no se depositan, entre otras irregularidades de la empresa.