El primer intento legislativo en el continente americano, contra la prostitución de mujeres, niñas y niños, aprobado desde 1913 , sucedió en nuestro país, Argentina. El autor fue el Dr. Alfredo Palacios, y fue la primera ley en América que protegía a las víctimas de explotación sexual y penalizaba a los responsables.
La explotación sexual y la trata de mujeres constituyen un atentado contra la dignidad de quienes las padecen, carga contra los derechos humanos más elementales, contra valores como la integridad y la libertad y contra la vida misma.
El Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres tiene como objetivo fundamental denunciar unas prácticas abusivas que suponen el tercer negocio ilegal más lucrativo del mundo, tras las armas y las drogas.