Hoy no sólo se cumple un nuevo aniversario desde la etapa de recuperación democrática en el país y en la provincia de Buenos Aires, se cumple un año de haber terminado con una de las experiencias más terribles de gobierno neoliberal en nuestro territorio.

No es un aniversario más, se cumple un año de un gobierno popular que dejó atrás una etapa de endeudamiento exponencial, de intento de vaciamiento del aparato del estado, principalmente en salud y educación, de profundización del empobrecimiento y la exclusión, de paralización de obras, entre ellas, la de finalización de varios hospitales prácticamente terminados, de destrucción de las pymes, pequeños productores y cooperativas.

La salida de la crisis sabíamos que no sería fácil, pero a todo este devastador panorama se sumó el duro golpe que significó y significa la pandemia. En este marco de dificultades se pusieron en marcha los hospitales, se articuló con les trabajadores que estuvieron al frente en la primera línea de defensa. Trabajadores del estado, de la salud, de la educación, de la justicia, de la seguridad, de la distribución de alimentos, del comercio, de la recolección de residuos y tantes otres. Se pudo evitar que, en nuestra provincia, viéramos ocurrir las catástrofes que vimos no solo en Latinoamérica, sino también en Europa y en EEUU.

Todes les bonaerenses pusieron su esfuerzo, se multiplicaron comedores y merenderos, como fue el caso del Frente Barrial y de tantas otras organizaciones que con su solidaridad mitigaron el hambre, especialmente de nuestres pibes y nuestres adultes mayores.

Se empezó a recuperar la eterna deuda de la coparticipación que afecta a nuestra provincia.

Pero todo esto fue posible porque hubo frente al poder ejecutivo provincial un gobierno que supo escuchar y ponerse a la altura de los conflictos, que articuló con les trabajadores para garantizar el servicio de salud y la continuidad educativa, y también para lograr que llegaran los alimentos para les alumnes y sus familias. Un gobierno que aún en medio de una crisis, no abandonó las negociaciones paritarias y las mesas técnicas, que aún continúan con fechas previstas hasta fin de año.

Y queda a futuro esta alianza de la producción y el trabajo, tan necesaria para desarrollar a la provincia con mayor expectativa de nuestro país, que cuenta con los recursos para movilizar la economía más grande de la Argentina y que está en marcha.

Aún en medio de esta pandemia, podemos decir feliz año, por lo que se hizo y por lo que vendrá.
Producción y empleo para una provincia cuya mayor riqueza son les trabajadores.