La Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA- De los Trabajadores), de la provincia de Buenos Aires, participó del emotivo acto de reparación histórica del legajo estudiantil de Rolando Máximo Pacholczuk quien al momento de ser herido de muerte en las Islas Malvinas cursaba sus estudios en la ex Escuela Comercial Nº 31 “General San Martín” de La Plata.

Se trata del primer acto reparatorio, a 40 años del fin de la guerra, que el Gobierno de la provincia de Buenos Aires realiza en un legajo de un combatiente de Malvinas. De ahora en más donde antes se leía “abandonó los estudios”, a partir de ahora se podrá leer “Héroe de Malvinas”.

En ese contexto, la CTA de los Trabajadores de la provincia de Buenos Aires representada por María Reigada secretaria de derechos humanos de nuestra organización sindical y senadora provincial y Roberto Baradel, Secretario General de la CTA bonaerense y del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires participaron y respaldaron el emotivo e histórico acto de reparación de un legajo de un alumno bonaerense.

Los alumnos, los docentes, ex alumnos y la comunidad educativa es su conjunto impulsaron el acto en el que repararon el legajo del soldado conscripto, donde injustamente se podía leer “adeuda materias” y “abandonó los estudios”; colocaron sendos sellos en uno de los cuales se lee “legajo reparado” y en el otro “Héroe de Malvinas”, y lo firmaron las autoridades escolares del establecimiento educativo y el mismísimo Director General de Cultura y Educación Bonaerense Alberto Sileoni.

Luego, una copia fue entregada a la mamá del soldado abatido en combate, Raquel, de 91 años, quien muy emocionada. Al límite del desmayo, siguió el acto reparatorio que se extendió por más de tres horas, junto Héctor, hermano de Rolando.

Además se bautizó un aula con su nombre, se descubrió una placa dorada para recordarlo siempre y con una leyenda que señala que “Los verdaderos héroes no se olvidan” y un dibujo de las Islas Malvinas en celeste y blanco.

Quien fue Pacholczuk

Rolando Máximo Pacholczuk, combatió en Monte Longdon durante la Guerra de Malvinas “con un fusil que no disparaba”, contaron sus compañeros del Centro de Excombatientes Islas Malvinas (CECIM-La Plata).

De acuerdo al relato, tras resultar herido el 14 de junio de 1982, sus compañero lograron cargarlo en brazo y llevarlo a bordo del buque Almirante Irízar donde dos días después falleció a raíz de las graves lesiones sufridas en combate.

Hugo Robert, vicepresidente del CECIM-La Plata explico que “de ninguna manera debe figurar que Rolando dejó los estudios. No los dejó. No pudo terminar la escuela secundaria porque se lo truncó la guerra, por esta locura bélica en que nos metieron las Fuerzas Armadas de ese entonces”.

Rolando “quería ser contador, como su papá”, y estudiaba en la nocturna del perito mercantil en la Escuela Comercial, de 46 entre 2 y 3 de La Plata, donde cursaba 4to año.

“Fue el último muerto de la guerra. Lo hieren el 14 de junio. Lo llevamos al puesto de socorro y es evacuado de Puerto Argentino, muere a bordo del Almirante Irízar” contó Robert.

Según contaron, Rolando es uno de los pocos, sino el único, soldado herido en combate que está enterrado en el continente. Sus restos descansan en la ciudad de Mar del Plata, de donde era oriunda su familia.

También recordaron que “estuvo toda la Guerra con un fusil que nunca disparó” porque “desde la primera prueba de tiro estuvo inutilizado y jamás se lo cambiaron o repararon”.