Más de 3000 compañeros colmaron el recinto. Homenajes a Atilio Santillán, a los obreros desaparecidos de Astarsa y a Horacio González. El saludo personal de Evo.
En una demostración de organización y compromiso, más de 3000 compañeras y compañeros afiliados a la Central de los Trabajadores de Argentina se dieron cita en el Microestadio de Racing para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores.

Con la presencia de numerosos y destacados invitados especiales, dio apertura al acto el secretario general de la CTA de la provincia de Buenos Aires, Roberto Baradel. Señaló el esfuerzo de centenares y centenares de compañeros llegados desde distintos puntos del país y enmarcó la conmemoración en la reivindicación de las conquistas económicas y sociales de la última década y en la lucha victoriosa de los docentes bonaerenses y de todo el país.

Luego se sucedieron los homenajes. El primero correspondió al compañero Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, cofundador del Espacio Carta Abierta, ensayista y militante de las causas populares. Un problema de salud le impidió concurrir a la celebración y envió una carta con reflexiones sobre el papel de los trabajadores que publicamos en otra sección.

A continuación, la compañera Stella Maldonado, secretaria general de CTERA, evocó la lucha ejemplar de los obreros de los Astilleros Argentinos Río de la Plata, ASTARSA, y recordó que en la madrugada del 24 de marzo de 1976, cuando recién despuntaba el terrorismo de Estado, 60 compañeros fueron detenidos y secuestrados por las fuerzas militares.

A cargo de Pedro Wasiejko, secretario general adjunto de la CTA, quedó el homenaje a Atilio Santillán, el histórico dirigente de la FOTIA, sindicato de los trabajadores azucareros de Tucumán. Atilio fue asesinado el 22 de marzo de 1976 por un comando paramilitar, dos días antes del golpe de Estado. Wasiejko evocó las luchas de los compañeros tucumanos y de todo aquel sindicalismo que supo poner en jaque a las grandes patronales explotadoras durante los años 60 y 70. Recordó también a los luchadores históricos de la clase trabajadora y finalizó entregándole una distinción alusiva al hijo de Atilio, el diputado Marcelo Santillán, miembro del bloque del Frente para la Victoria y militante de La Cámpora.

Luego, el compañero Carlos Girotti informó que en horas de la madrugada la CTA había recibido por teléfono – gracias al compañero Ariel Basteiro, embajador argentino en Bolivia- la grabación de un saludo personal del presidente Evo Morales Ayma, con quien estaba reunido. El sonido defectuoso impidió la transmisión del audio y, por eso, Girotti lleyó la desgrabación cuyo texto publicamos por separado.

El discurso final lo hizo el secretario general de la Central, compañero Hugo Yasky, y sus vibrantes palabras resultaron interrumpidas una y otra vez por las ovaciones de los presentes (el audio puede ser escuchado en la Sección de Radio Central).

El acto culminó con el recital del compañero Víctor Heredia y, a su término, el estadio se pobló de cánticos y consignas coreados por todos.


DÍA DEL TRABAJADOR

Discurso de Hugo Yasky el 1° el mayo
2 de mayo de 2014 por Prensa - CTA

Compañeras, compañeros:
Un abrazo a todos ustedes de parte de todo la conducción nacional de la CTA.
A los compañeros de provincia de Buenos Aires, al compañero Baradel. Porque si algo contribuyó a que este año en las paritarias pudiéramos estar discutiendo los porcentajes salariales con absoluta libertad, no solamente en el gremio docente, sino en el conjunto de los gremios del país, fue la lucha y la consecuencia del gremio docente a nivel nacional y a nivel provincial. Eso hay que rescatarlo.
Especial reconocimiento al compañero intendente de Avellaneda, al compañero Jorge Ferraresi, porque ha hecho un esfuerzo, para que a este acto pudiéramos concretarlo.

No quiero dejar de mencionar al último sindicato que acaba de integrarse a nuestra Central: los compañeros Municipales de Avellaneda votaron por unanimidad, en la asamblea, el ingreso a la CTA y el compañero Daniel Aversa es un orgullo para esta Central que formen parte de la construcción.

Estuvimos ayer en un acto que para mí fue muy importante por lo que significa en este momento. Conmemoramos el 1º de Mayo en la provincia de Santa Fe en un acto donde estuvo la conducción de la CGT con su secretario general y la conducción de la CTA de esa provincia con su secretario general.

Cuando hablan de que el movimiento obrero está fraccionado, lo que está fraccionado, los que están fraccionados son las cúpulas del movimiento obrero. El movimiento obrero sabe que hay que defender este proyecto. Y por eso la unidad está a la vuelta de la esquina. La unidad la vamos a construir desde abajo; no con acuerdos de cúpulas, ni queriendo pegar con saliva lo que no se puede pegar.

Quiero expresar el orgullo de que esta Central reciba hoy el mensaje -nada más ni nada menos- del compañero presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma. Porque no hay posibilidad de seguir avanzando en este proyecto de liberación de América Latina, que empezó a tener su fecha simbólica el 5 de noviembre del 2005, cuando en Mar del Plata, liderado por Néstor Kirchner, por el compañero comandante Chávez, de Venezuela, por el que era presidente de Brasil, Lula. Ese día que le dijimos No al Alca, ese día empezamos a construir el desafío de la unidad de los pueblos de América Latina en búsqueda de su liberación. Y que Evo Morales, hoy, se comprometa a estar acá un día antes de la final del Mundial de fútbol para hacer un acto, que va a ser un acto de la clase trabajadora para defender dos reivindicaciones, que tienen que ver con la unidad de América Latina. Porque decir Malvinas para Argentina, es decir “Fuera el imperialismo de las aguas de los mares del sur”. Basta de presencia militar. La presencia militar en los mares del sur es una amenaza, ya no para la Argentina: es una amenaza para los pueblos de América Latina, y es reivindicar la salida al mar para los compañeros de Bolivia.

Que hay que decirlo, la CUT, la Central Única de Trabajadores de Chile, hace apenas un mes, en ocasión de la visita de Evo Morales a Chile, marchó por las calles de Santiago de Chile, con la consigna “Mar para Bolivia”. Hay que decirlo. Porque contra el chauvinismo de las clases dominantes hay que contraponer el compromiso de clase de los trabajadores que sabemos que el enemigo es el imperialismo y son las clases dominantes de nuestros países que, siempre, históricamente, han sido aliadas del liberalismo, del colonialismo y del imperialismo.

Nosotros sabemos que en este momento, la conmemoración del 1º de Mayo, la hacemos en un marco de tensión, en un momento, en un contexto, en el que grupos empresarios poderosos, los que se reunieron en la Sociedad Rural, han levantado un programa que pretenden imponer a los partidos políticos que actúan como voceros de sus intereses.
Un programa político que constituye nada más ni nada menos que la reivindicación lisa y llana de la dictadura económica que vivimos a partir de los 90. Un programa económico que lo firman los mismos que entonces le pagaban las balas a la Triple A. Un programa económico que lo firman los mismos que fueron parte del golpe genocida. Que tienen manchadas las manos de sangre, y que pretenden otra vez que el hambre y la exclusión, la pérdida de derechos, sea lo que regimente a los gobiernos de la Argentina.

Por eso, nosotros queremos festejar este 1º de Mayo, pero lo queremos hacer con los ojos abiertos, mirando hacia atrás; por eso el homenaje a Santillán, por eso el homenaje a los compañeros de Astarsa, porque ese enemigo de clase que hoy paga filósofos para que le redacten documentos hace 30 años pagaba mercenarios para asesinar compañeros obreros.

Y son los mismos con otros métodos, son los mismos intereses: son los enemigos de la Nación.

Por ese motivo, la presencia de los jóvenes significa la expresión más hermosa, más elocuente, más que lo que pudiera decir un manual, un discurso, una consigna, de que toda la lucha nuestra no fue en vano; de que toda la lucha nuestra tiene el hermoso futuro de esta sangre joven, de estos pibes, que no tuvieron lugar para estar en la mesa, y que hoy están en las gradas. O que hoy están ahí parados, tocando el bombo, porque saben que esta lucha tiene un protagonista colectivo, que es la clase trabajadora, y cuando es la clase trabajadora, no somos jóvenes ni viejos, todos somos portadores de una historia que es la que tenemos que levantar para que tengamos futuro.

Hay que tener memoria porque solamente desde la memoria podemos definir nuestro futuro. Y yo creo que nuestro futuro tiene que ver con defender el proyecto nacional, popular y democrático que Néstor Kirchner puso en movimiento en el 2003 y que Cristina Kirchner continuó.

Que no vengan a querer inventar que tenemos que pedir perdón, que tenemos que hacer autocrítica, que tenemos que explicar, por qué durante décadas, por qué durante 10 años, se hizo lo que se hizo en este país. Nosotros nos podemos autocriticar, en todo caso, los errores, pero no vamos a aceptar que la crítica de la derecha, que es por los aciertos, por los logros, sea lo que marque el futuro y el presente de nuestros debates políticos.

Hay que reafirmar lo que se construyó para poder pelear por lo que falta.
La Asignación Universal por Hijo tiene que convertirse en un instrumento que en un futuro deje de tener sentido. Porque lo que queremos es que todos y todas las argentinas y argentinos de este país, todos los que trabajan, lo puedan hacer con un empleo digno, un salario digno, con un empleo registrado, con un empleo con derecho. Va a llegar un momento en que la Asignación Universal por Hijo será un mal recuerdo, una postal de los tiempos en que todavía los compañeros y compañeras no tenían la posibilidad del trabajo. Pero para llegar a ese punto es clave el papel de la clase trabajadora.
La clase trabajadora no puede ser convidado de piedra a la hora de definir las políticas de un país. La clase trabajadora no puede mirar por televisión el rumbo de los cambios. Ese protagonismo hay que construirlo todos los días.

Es cierto y hay que decirlo: tenemos todavía un movimiento sindical en el que muchos de los que dirigen algunas grandes organizaciones, no han podido entender el momento que se vive. Y muchos otros lo han entendido y han hecho una cuestión de clase que es entregarse al enemigo e ir a la Sociedad Rural a pedir perdón; que es ir a los programas de Magnetto a decir que nos habíamos equivocado; que es convocar a un paro para hostigar a un gobierno nacional popular y democrático.

Aquella conferencia de prensa patética con un Micheli haciendo el triste papel de un Chirolita, de Moyano, de Barrionuevo, de Gerónimo Venegas, de un tránsfuga como Bussi; aquella conferencia de prensa donde se pidió perdón en boca de Moyano por haber estado del lado del pueblo en el conflicto de la 125, es la expresión más patética de una dirigencia sindical que no entiende que este proceso de transformación no tiene retorno y que es la clase trabajadora la que tendrá que llevar adelante las principales tareas de la democracia y de la distribución de la riqueza.

Nosotros no podemos olvidar que en estos últimos 10 años el movimiento sindical recuperó masa muscular. En el año 1975 había 60 mil empresas, la mayoría de ellas empleaba obreros industriales. Consecuencia: la UOM tenía 500 mil afiliados. Había 60 mil empresas y 500 mil afiliados metalúrgicos. En el año 2001 quedaban solamente 20 mil empresas y 170 mil afiliados en el gremio metalúrgico. Habíamos bajado en la dictadura genocida, en ese proceso brutal de destrucción del desarrollo industrial y de la clase obrera. Hoy recuperamos y tenemos más de 20 mil empresas en una economía todavía monopolizada y extranjerizada y 300 mil o más afiliados en la UOM. Este ejemplo vale para el resto de los gremios.

Hoy tenemos paritarias libres. Hoy tenemos Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, porque hubo políticas que apostaron contra de lo que pedían los grupos dominantes, a generar empleo, a generar industrias, a generar trabajo digno. Y esto hay que defenderlo.

No es verdad cuando nos quieren convencer de que fue el milagro del viento de cola. No es verdad, como nos quieren hacer creer, que hubiese sido lo mismo aplicar las políticas que ellos decían, de volver a las relaciones carnales con el Fondo; de entregarnos al capital concentrado, eliminar las retenciones, de no apostar a la suba de los salarios. No hubiese sido la misma la situación de la clase trabajadora y del pueblo de la Argentina. Y esto hay que defenderlo.

Porque van a venir por derecha, con la cara descubierta, pero también van a venir por derecha disfrazados, los que van a decir: “Bueno, algunas cosas del kirchnerismo las vamos a rescatar. Algo tenemos que rescatar”. Ese fue el discurso de Capriles en Venezuela. Empezó peleando por derecha y perdió y ahora está cambiando el discurso. Acá sea Macri, sea Sergio Massa e, incluso alguno de los que se dicen kirchneristas, que tenga claro que las banderas no se bajan, que esto no se termina. Que en todo caso lo que está firme es que la compañera Cristina Fernández de Kirchner asumirá la conducción de un proceso que tendrá en los trabajadores, la fuerza capaz de respaldar y de construir un futuro.

Compañeros: hace falta más protagonismo popular. Más protagonismo de la clase obrera. Más reformas en el modelo sindical. Más libertad sindical. Más democracia. Hace falta terminar con los que asumen Centrales desde el fraude, desde la imposición de la mentira, y hace falta consolidar a esta clase trabajadora con un compromiso claro: antimperialista, antipatronal, popular, nacional, democrático, con Cristina Kirchner y por la liberación de la Patria.

Fuerza. Viva la clase obrera. Viva el poder organizado.-


DÍA DEL TRABAJADOR

El saludo personal de Evo a la CTA
1ro de mayo de 2014

El 1° de mayo, en horas de la madrugada, y mientras se encontraba reunido con el compañero Ariel Basteiro –histórico dirigente de la CTA y embajador argentino en Bolivia– el presidente Evo Morales Ayma grabó un saludo directo a los asistentes de nuestro acto en Racing. Las fotos que ilustran este texto corresponden al acto que, ese mismo día, pero horas más tarde, se realizaría en la Plaza Murillo de la ciudad de La Paz. Las imágenes muestran al compañero Evo y al compañero Juan Carlos Trujillo, secretario general de la COB, luciendo ambos el distintivo de la CTA. En la marcha ambos compañeros se muestran junto a Ariel Basteiro.
Palabras del presidente de Bolivia

“Queridos hermanos y hermanas de la CTA. Querido hermano Hugo Yasky:

“Les quiero enviar ahora un gran saludo a los trabajadores de la Central. Estoy reunido ahora con el compañero Ariel Basteiro, embajador de ustedes y de todos los hermanos argentinos. Aquí son las 5:45 de la mañana y sé que ustedes estarán hoy al mediodía en el estadio de Racing.

“En este Día de los Trabajadores, que es un día de recordación, de memnoria, de reivindicación de nuestros hermanos caídos, los saludo con emoción. La CTA es nuestra organización hermana, es la que alberga sin distinción a bolivianas y bolivianos y a trabajadores de toda la Patria Grande que viven allí, en su país.

“Para cuando escuchen estas palabras nosotros estaremos en el acto en la Plaza Murillo, junto a la COB y a los movimientos sociales de la CONALCAM, y pensaremos también en ustedes y en sus justas luchas.

“Tal como se lo prometí al compañero Hugo Yasky, quiero confirmarles ahora que el próximo 11 de julio estaré en Buenos Aires para hacer el acto con la CTA que lance la campaña “Mar para Bolivia –Malvinas para Argentina”.

“También les hago llegar un saludo –que ustedes harán extensivo a la compañera Presidenta Cristina- y díganle que los bolivianos nunca olvidaremos la ayuda fraterna y el ejemplo latinoamericano de Néstor Kirchner.

“¡Feliz día, hermanos y hermanas! ¡Feliz Día de los Trabajadores!”


DÍA DEL TRABAJADOR

Carta de Horacio González a la CTA
1ro de mayo de 2014

Estimados compañeros de la CTA:
Estoy enormemente agradecido por la mención de mi nombre en este nuevo Día de los Trabajadores, y me permitirán que escriba estas breves líneas ante la imposibilidad de asistir, pues estoy internado en un hospital por una dolencia que no es grave. En este agradecimiento, van algunas breves reflexiones sobre la condición obrera y el trabajo en los complicados tiempos que vivimos.
El trabajador manual y el trabajador intelectual, fue una escisión que desde los tiempos de la Revolución Industrial, le dio un ordenamiento según categorías profesionales al movimiento obrero. Esta distinción, aunque se mantiene en lo esencial, ha sido superada por los crudos hechos del neocapitalismo en su edad del trabajo inmaterial o simbólico.

Nuevas formas de tratar la cuestión del conocimiento en el capitalismo, la han convertido en un hecho central de la redefinición de la cuestión del trabajo, y también de la enseñanza. Ya no parece haber una categorización entre trabajo manual y trabajo intelectual, sino un conjunto de funciones redefinidas por modelos informatizados y comunicacionales, que originan un nuevo proletariado inmaterial ya con características gerenciales subordinadas o como operarios de un control globalizado de todos los actos del trabajo. Los reguladores de esa fuerza laboral son modalidades indicadas por la llamada sociedad del conocimiento, que pese a su aspecto utópico, entraña nuevas formas de explotación, por ejemplo, los trabajos en los call centers, o la tercerización, que proviene del desmantelamiento de la esfera pública como dadora de empleo. Mientras, la vieja clase trabajadora al par que se va descalificando, va perdiendo la conciencia colectiva pues se halla asfixiada en medio de formas sindicales que son apéndices de la estamentalización del trabajo, de la fusión del órgano sindical con las decisiones empresariales, de la creación de maquinarias conceptuales que dominan aspectos del mercado y precisan su alianza sindical, incluso como forma de intervenir en coyunturas políticas, no a la manera de una genuina politización, sino como creación de un campo de incertezas, aun cuando se toquen temas imprescindibles, como la desocupación y la pobreza.

Me permito decir que un movimiento de trabajadores debe ser moderno y a la vez retomar antiguas tradiciones de lucha. Eso supone percibir los contextos históricos cada vez más complejos, lo que exige nuevas responsabilidades, y una noción de lucha que indudablemente no puede ter como factor de debilitamiento el hecho de cuidar la fuente de trabajo. Si así fuera el movimiento obrero guiaría sus acciones por las decisiones de las gerencias de empleo de las empresas. Desde luego que hay que cuidar esas fuentes de trabajo, pero no después que las gerencias de empleo tomen decisiones tales como la suspensión o el despido, sino actuando con prudencia, sí, pero también con firmeza, antes que esos hechos ocurran. Y si ocurren, como lo indica la mejor tradición del movimiento obrero, actuar con los medios legítimos de lucha, sin adjuntar operaciones o cálculos tejidos en gabinetes políticos de las penumbras. Por supuesto, un día como éste, es propicio para reflexionar sobre éste y muchos otros temas.

Les envío un gran saludo.

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