Al cumplirse el 42 aniversario de su asesinato por la triple A, numerosos militantes, trabajadores del transporte y organizaciones de DDHH de Morón e Ituzaingó junto a la CTA Capital y la Regional Morón Hurlingham Ituzaingó, nos reunimos en la Casa de Memoria.

En este momento histórico especial, el acto se transformó en una clase abierta de análisis de la situación internacional y latinoamericana, de reafirmación del proyecto nacional y popular en marcha y en una declaración de resistencia en defensa de la Casa de la Memoria. Estos valores actualizaron los recuerdos de sus familiares, de sus compañeros de lucha en la década del setenta y de reafirmación de las banderas de control obrero y de defensa activa de los derechos de los trabajadores.

Contamos con la presencia de delegados de la línea 60, quienes protagonizaron una dura lucha por la defensa de sus puestos de trabajo y de militantes uruguayos y brasileños, quienes le dieron un tono internacionalista, digno de la memoria de un militante político sindical que pagó con su vida el sostener desde el barrio y el puesto de trabajo la coherencia en la pelea por una Argentina y un mundo mejor.

Las palabras de Iris Avellaneda y Victorio Paulón honraron la vida de este compañero, uno de los primeros trabajadores organizados asesinados por la violencia fascista que preanunció la masacre obrera de la dictadura.

Pablo Fredes fue un militante del Comité Regional Sur del Partido Obrero Trotskista. Impulsó la actividad en el barrio obrero de Monte Chingolo ,Lanús, organizando comités de barrio, difundiendo los programas obreros de Huerta Grande y la Falda, formulado por sindicatos peronistas. Militó activamente en la Juventud Trabajadora Peronista durante el ascenso de lucha de masas de 1973. Participo de la experiencia de control obrero de la línea 26 como parte de n movimiento generalizado en las bases de la UTA y de los sindicatos, cuerpos de delegados y comisiones internas, enfrentados a los grupos económicos y las conducciones burocratizadas de la época. Un comando de la triple A irrumpió en su casa en la noche del 30 de octubre de 1973 y lo asesinó a metros de su casa.

El recuerdo de un militante así no es un hecho nostálgico, ya que las ideas por las que luchó junto a miles de compañeros y compañeras, están vivas hoy en la nacionalizaciones, las fábricas recuperadas, en las políticas de DDHH que aplican hoy los gobiernos de Nestor y Cristina y los procesos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay y Cuba.

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