Cabe recordar que el ex médico de la Policía Bonaerense, Bergés, fue condenado a la pena de 6 años de prisión, inhabilitación absoluta perpetua, accesorias legales (art. 12, Cód. Penal), como coautor responsable del delito de aplicación de tormento reiterado en dos oportunidades en el año 1986 y fue beneficiado por la ley de obediencia debida en 1987.
También recibió condena junto al ex comisario Miguel Osvaldo Etchecolatz por la apropiación y supresión de identidad de Carmen Gallo Sanz, hija de desaparecidos que nació en el Pozo de Banfield. Con ese juicio se aplicó por primera vez sentencia contra los represores que no fueron los apropiadores directos de un menor secuestrado durante la última dictadura.
Bergés había firmado el acta falsa de nacimiento de Carmen Gallo Sanz y personalmente entregó la beba a un matrimonio de civiles que la crió. Pero aquéllos no son los únicos casos de violaciones a los derechos humanos en los que está involucrado Bergés. El represor fue señalado por numerosos sobrevivientes, no sólo por asistir a los partos de mujeres cuyos hijos fueron luego apropiados sino también por supervisar en persona sesiones de tortura.
Hace veinte años se realizó en Quilmes el Juicio Ético y fue Juzgado simbólicamente pues las decisiones políticas de los distintos gobiernos habían cerrado la posibilidad de enjuiciar a los represores de la última dictadura cívico militar. Con la anulación de las Leyes de Impunidad volvió a ser juzgado y condenado por la Justicia.
En 2006 Jorge Julio López lo había señalado como torturador antes de desaparecer por segunda vez.
En diciembre de 2012 la sentencia fue de veinticinco años de prisión y será nuevamente juzgado cuando se trate en el marco del Circuito Camps la causa “Pozo de Quilmes”.
Ícono de lo siniestro de este personaje y emblema para nuestro distrito son los casos de Silvia Isabella Valenzi quien fuera llevada por él al Hospital de Quilmes a dar a luz a “Rosita”. La desaparición de la bebé y luego de la madre dieron lugar al secuestro y desaparición de María Luisa Martinez y Generosa Fratassi, trabajadoras del Hospital de Quilmes.
Este genocida tiene además el repudio generalizado de los habitantes de Quilmes, expresado en múltiples manifestaciones a lo largo de treinta años de lucha por Memoria y Verdad. El rechazo del Círculo Médico a la admisión como socio a esa entidad, la declaración de Persona No Grata en el municipio de Quilmes por Ordenanza N° 753/87 del 27 de octubre de 1987, las movilizaciones, escraches, denuncias, etc.
Tiene derecho a cumplir prisión domiciliaria pues la justicia de la Democracia lo asiste. Sus víctimas no tuvieron esos derechos. Nosotros tenemos el derecho y la obligación una vez más de hacer sentir nuestra voz para repudiarlo mientras habite nuestra Ciudad.
Organizaciones firmantes y presentes: Subsecretaría de DDHH del Municipio de Quilmes, CTA de los Trabajadores de Quilmes, Dirección de Juventud para la Formación Política y Ciudadana, Agrupaciones del SUTEBA Celeste, Violeta y Granate, Centro de Estudios "Paulo Freire", Asiciación Civil Villa Valdocco, Centro Cultural Contrasentidos, Asociación Cultural Artenpié, MTR-Santucho, JP Vallese, Partido Comunista.
