Este microproyecto, se desprende del proyecto 30000 VECES TREINTAMIL, la idea radica en continuar con el armado de sobres, con la finalidad de llegar hasta treinta mil, a partir de los cuales estarán representados cada uno de los treinta mil desaparecidos por la última dictadura cívico-militar.
“Hay días” de María Wernicke, nos servirá como disparador, libro-álbum que aborda el tema de las ausencias desde la perspectiva de una niña de doce años, quien evoca a su ausente a través de un pasadizo secreto, lugar donde se producen esos encuentros.
Se trabajará con esas ausencias, aportándole un significado a la palabra AUSENTE, palabra polisémica, de algún modo, que permite varios significados: ausentes por fallecimiento, ausentes por lejanía, ausentes en presencia. La idea es trabajar con nuestro ausentes, quiénes son, por qué están ausentes y cómo podemos figurar la manera de traerlos de nuevo a la vida; esa idea de evocación se verá reflejada en una simple palabra, la cual, nos recuerde a aquellos que ya no están, a nuestros ausentes, así que, tomémonos unos segundos para pensar, robémosle un fragmento mínimo al tiempo y detengamos nuestra cotidianeidad un instante. Todos tenemos un ausente en nuestras vidas, una persona que ya no está, pero que podemos evocar a través de nuestros recuerdos. Porque hay días en los que no están, pero hay días en los que están ahí, tan presentes como antes, como siempre, como si nunca se hubiesen ido, es que, en realidad, nunca se fueron.
Hagamos presentes a nuestros ausentes una vez más, démosle voz, dibujemos en sus rostros una sonrisa, y a través de una palabra, una simple palabra evoquemos su nombre.
Escribamos en un trozo de papel una palabra que nos haga recordar a un ausente, y luego, la ponemos en uno de los treinta mil sobres blancos.
“Aunque no esté, siempre,
siempre, podemos buscarlo”.
María Wernicke, “Hay días”
