(Por el Instituto de Estudios y Formación-CTA Buenos Aires) Desde la CTA de la Provincia de Buenos Aires hemos presentado en los últimos años diversas propuestas críticas a los presupuestos provinciales, insistiendo en la necesidad de modificar los lineamientos con los que se concibe este instrumento.

En la visión neoliberal, se pone el acento en la consideración del presupuesto como un mero instrumento contable, donde lo que importa es cerrar las cuentas al final del ejercicio, y donde el Estado debe limitarse a garantizar el funcionamiento de los mercados y la seguridad pública. A esta visión, a lo sumo se le incorporan algunas consideraciones de tipo neodesarrollistas, donde la función del Estado es subsidiar la inversión privada de los grandes grupos económicos, sean estos nacionales o transnacionales. Esta perspectiva supone que el desarrollo económico, por si sólo, derramará en algún momento sobre el conjunto del pueblo, generalizando el bienestar de la población.

Una visión alternativa, que suscribimos los trabajadores, concibe el rol del Estado como garantizador de derechos, planificador de políticas públicas y regulador del mercado y la iniciativa privada. Desde esta perspectiva, los trabajadores consideramos que el gasto público debe ser suficiente para atender las necesidades sociales, particularmente los sectores más desfavorecidos, con el objetivo de lograr una sociedad más inclusiva e igualitaria. Utilizado al servicio de las necesidades e intereses de los trabajadores y del pueblo, el Estado es una herramienta redistributiva de primer orden, que puede contribuir a terminar con la pobreza y la desocupación, herencia de las políticas que comenzaron a implementarse durante la última Dictadura militar, que se profundizaron en los años ´90, y que no se han modificado en lo sustantivo luego de la crisis del 2001.

Por cierto, esta modificación en las políticas del Estado, centrales para los trabajadores y las grandes mayorías populares, no pueden realizarse sin políticas fiscales activas y un sistema impositivo progresivo orientado a una mayor presión recaudatoria sobre quienes más tienen, aquellos sectores que concentran la riqueza en nuestra “Provincia rica”, que se distribuye tan injustamente.

Un aspecto que nos preocupa, sobre el que centraremos el análisis en el presente documento es que, en los últimos años, el Estado provincial ha entrado en una dinámica que lo lleva a un creciente endeudamiento, producto de un aumento del gasto superior a sus ingresos. En este proceso, reviste importancia la particular relación que se ha dado en los últimos años entre los Estados provinciales y el Estado Nacional (en nuestro caso, con la provincia de Buenos Aires). El Estado Nacional se ha convertido en el principal acreedor de una creciente deuda de las provincias, estimada en alrededor de 80.000 millones de pesos. Una de las claves de esta situación se encuentra en el actual régimen de coparticipación federal de impuestos, y la otra en la renuencia a implementar políticas tributarias progresivas.

También resulta pertinente tener presente que el Estado bonaerense es un estado “chico” y ausente, si lo consideramos en sus diversas dimensiones relevantes: tanto si lo medimos por el gasto por habitante, como por la relación entre gasto público presupuestado y Producto Bruto Geográfico, o por cantidad de trabajadores estatales con relación a la cantidad de habitantes. Los datos nos permiten desarmar el argumento, repetido una y otra vez por la derecha, frecuentemente tomado por los gobernantes, que la salida para esta situación de crisis es la reducción del gasto público.

Creemos, por el contrario, que hay que mejorar y ampliar la acción del Estado bonaerense, que es un Estado sin la capacidad para atender con todos los recursos necesarios las políticas públicas en Salud, Educación, Justicia, Seguridad Social y Vivienda, entre otros rubros. Está a las claras que estas no son prioridades de los sectores dominantes, por lo cual es obvio que este es un Estado que tampoco responde a las justas demandas saláriales que realizamos sus trabajadores.

Para enfrentar este momento de crisis, ya hemos planteado en anteriores posicionamientos, que es preciso, en lo nacional, ir hacia un NUEVO ACUERDO FEDERAL para, entre otros puntos, discutir integralmente el sistema de Coparticipación Federal de Impuestos y la creación de un Fondo Federal de Salarios. En lo provincial, discutir la deuda pública provincial con Nación y la necesidad de la provincia de atar el cumplimiento de la deuda a la prioridad social de las necesidades de su pueblo; y avanzar en la implementación de una reforma impositiva de carácter fuertemente progresivo.

Transformaciones de esta magnitud en las políticas del Estado no pueden realizarse sin abrir el debate presupuestario a los actores sociales, económicos y culturales organizados de la comunidad, implementando el presupuesto participativo en la provincia de Buenos Aires, así como también en sus municipios.

Juan Balduzzi-Director del IEF-CTA Buenos Aires

Hugo Godoy-Secretario General- CTA Buenos Aires

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