El tren partió el 29 de marzo a la medianoche con las distintas delegaciones de la central, entre las que nos encontrábamos 150 compañeros de juventud del conurbano, que con bombos y redoblantes nos preparábamos para dos días de agite, debate, movilización e intercambio con tantos compañeros. Veníamos embalados ya que cuatro días antes nos movilizamos en la 30ava marcha del 24 de marzo rescatando la mística de los 30.000 desaparecidos que pelearon por una sociedad mas justa.

El 30 a la madrugada arribamos al gimnasio del estadio de Mar del Plata, aquel en el que meses antes presenciamos el discurso de Hugo Chavez Frías, en el marco de la Cumbre de los Pueblos que enterró definitivamente las intenciones yankys de establecer el ALCA. Ya al mediodía, marchamos por las calles del centro marplatense con la histórica bandera de la CTA que recuperamos para la juventud -levantando el legado de tantas luchas-. El motivo de la movilización fue la pelea por la democracia y la libertad sindical, denunciando la explotación de miles de trabajadores que luchan desde organizaciones simplemente inscriptas pero que sufren la falta de derechos gremiales con las consiguientes persecuciones, amenazas, suspensiones y hasta despidos. Por eso fuimos a la empresa terciarizadora Manpower, que es la agencia de empleo más grande del país. Allí estuvo el protagonismo de la juventud, que es uno de los sectores más golpeados por estas políticas de flexibilización.

La apertura del congreso estuvo signada por un emotivo video mostrando las luchas de los trabajadores que constituyeron la CTA en los momentos del menemismo más acérrimo, que desmanteló el Estado y profundizó las políticas implementadas desde el 76 y tan bien denunciadas por el entrañable Rodolfo Walsh en su carta a las juntas a tan sólo un año de su comienzo. Al final del acto, el estadio rugió bajo la consigna: “CTA de los trabajadores... y al que no le gusta, se jode, se jode!”

La noche en el gimnasio, ya con los compañeros de las demás delegaciones: Capital, Río Cuarto, Córdoba, Corrientes, Formosa, Neuquen, etc. fue uno de los momentos de debate más importantes ya que estábamos en vísperas de definir algo tan importante para nosotros como la secretaría de juventud en el nuevo estatuto de la CTA. La discusión mostró una gran madurez de parte de los compañeros de todos los distritos, entendiendo que la secretaría es producto de un trabajo de construcción que ya lleva varios años y que tiene que ser una herramienta para que potencie todo el desafío militante que tenemos por delante. Por lo tanto, la secretaría de juventud no tiene que ser un espacio de disputas personales ni sectoriales, sino el reflejo de una construcción política colectiva que permita que los jóvenes nos organicemos cada vez con más fuerza y recuperemos la confianza en un proyecto de transformación social más igualitario, justo y democrático. Tiene que ser una herramienta que sirva para desarrollar iniciativas que reviertan la dominación y explotación a la que se ven sumidos los jóvenes, en los lugares de trabajo, en los barrios, en las escuelas, en los sectores rurales, en las distintas regiones de nuestro país. En este sentido, desde la juventud de la CTA provincial remarcamos que vamos a continuar con la coordinación política en el seno de las reuniones provinciales con compañeros de las distintas regionales, intercambiando experiencias, aprendiendo mutuamente y articulando iniciativas que permitan que cada vez tengamos más fuerza en el territorio. La construcción de la juventud tiene que ser un espacio dinámico en el que los jóvenes podamos adquirir la experiencia para organizar más compañeros en los ámbitos de trabajo en el sector público y privado, en los barrios, en las zonas rurales.

Por eso, la secretaría de juventud, es a la vez el ámbito orgánico que nos va a permitir dialogar y trabajar codo a codo con el conjunto de los compañeros de la central, incorporándonos a los ámbitos de debate de los adultos, aprendiendo e interactuando con los compañeros más experimentados.

El fruto del debate nos fortaleció, y esto se vio reflejado el segundo día del congreso, en el que entramos al estadio agitando, batuqueando, y dejando las tripas al cantar juventud CTA, para fortalecer la mística de lo que estamos construyendo en cada lugar de Argentina.

La mecánica de votación del congreso, la incorporación de las expresiones por minoría, el fortalecimiento de la CTA en lo local y regional, fueron las modificaciones estatutarias que avanzan hacia una consolidación de los principios democráticos de la Central y hacia un mayor anclaje organizativo en lo territorial. Más allá de las distintas expresiones que hay en la CTA, nuevamente reafirmamos la independencia de la Central del Estado, los partidos y las patronales, rompiendo el debate estéril entre oficialismo y oposición que amenazaba con dividirnos, y planteando claramente que, más allá de tener más o menos expectativas en el gobierno, lo principal es que sigamos organizándonos por mayor igualdad, soberanía y democracia.

Finalmente, los compañeros congresales votaron mayoritariamente por la conformación de la secretaría de juventud, y pudimos festejar por tanto tiempo de construcción pero también por el desafío que tenemos por delante.

El cierre del congreso trajo marcha incluida por todo Mar del Plata y con un acto en el Centro con artistas populares, porque los laburantes también nos tenemos que dar algunos gustos para compartir.
Concientes del desafío que tenemos por delante volvemos con la confianza en la construcción de la unidad para luchar por un país más justo y en la organización cotidiana para conseguirlo.

Juventud CTA Provincia de Buenos Aires.

Comentar este artículo