Floreal Edgardo Avellaneda, el Negrito, era militante de la Federación Juvenil Comunista, se encargaba de las tareas de propaganda en su barrio. Tenía tan sólo 14 años cuando fue secuestrado de su casa junto a su madre, es detenido ilegalmente y torturado. Su cadáver es hallado el 14 de mayo de 1976 en aguas del Río de la Plata. Recién ahora, en 2009, después de 33 años, la causa de su secuestro y asesinato, llega a juicio oral. Es la primera del megaproceso sobre los crímenes cometidos en jurisdicción de Campo de Mayo. La juventud de la CTA acompaña a los compañeros de la Fede, querellantes en la causa.

¿Quién es el Negrito Avellaneda?

Floreal Edgardo Avellaneda, el Negrito, nació en la ciudad de Rosario el 14 de mayo de 1961. Era militante de la Federación Juvenil Comunista, se encargaba de las tareas de propaganda en su barrio. Vivía con su madre Iris Etelvina Pereyra de Avellaneda y con su padre Floreal Avellaneda, delegado de la fábrica textil Tensa, ambos militantes del Partido Comunista.
Floreal “el Negrito” Avellaneda, tenía tan sólo 14 años cuando fue secuestrado de su casa junto a su madre, es detenido ilegalmente y torturado. Su cadáver es hallado el 14 de mayo de 1976 en aguas del Río de la Plata. Su cuerpo fue encontrado con graves muestras de haber sufrido degradantes torturas físicas y haber sido víctima de un horroroso empalamiento.
A pesar de las torturas que le infligieron en la comisaría de Villa Martelli adonde lo llevaron, el Negrito no delató a ningún compañero, a pesar de que conocía muchos domicilios y cada una de las actividades de los comunistas del lugar: "Mi hijo ya tenía su educación y una gran valentía, lo mataron, pero no delató a ningún compañero, por eso para nosotros, los padres, es un ejemplo".

Resumen de los hechos

En la madrugada del 15 de abril de 1976, aproximadamente a la 1:30 hs, se produjo el allanamiento. Ocho vehículos, en su mayoría Ford Falcon, rodearon la casa y ametrallaron la puerta de entrada. Disfrazados con pelucas, barbas y medias que cubrían sus rostros, irrumpieron en el hogar de forma increíblemente violenta y arrancaron el cable del teléfono. Luego de revisar toda la casa se llevaron todo el dinero que tenían (los sueldos completos de los padres del Negrito) y gran cantidad de libros de la biblioteca. En el acta respectiva que obra en esta causa, consta textualmente, que el objetivo del procedimiento era detener a Floreal Avellaneda, padre del Negrito, perteneciente al Partido Comunista, sindicado como “combatiente”, pero buscándolo a él detienen a su esposa. Esta acta aparece suscrita por el “Jefe Militar que produce la detención”: Tte. Cnel. AREVALO, firmando como testigos presenciales el Capitán FRAGNI y el Tte. 1ro. HABSICH. En la misma no se hace constar la aprehensión de Floreal Edgardo Avellaneda, probada plenamente.
Introdujeron juntos al Negrito, de sólo 14 años, y a su mamá en el asiento trasero del mismo auto. Así llegaron a su destino, la Comisaría de Villa Martelli, donde los separaron. Iris, la madre del Negrito, cuenta que escuchaba una música y los gritos de una persona a la que estaban torturando. Aparte, oía la característica tos de su hijo que estaba en un lugar próximo, a la cual ella contestaba de la misma manera tratando de hacerle saber que lo acompañaba.

Iris fue llevada a otro recinto en donde volvieron a poner la música que ya había oído, y comenzaron a interrogarla sobre el paradero de su esposo. Se le hizo bajar el vaquero y levantar la ropa, comenzaron a echarle agua y a picanearla en los pechos, órganos genitales, axilas, pies y partes del cuello.

La sesión de tortura duró largo tiempo, la desatan, la llevan a otra habitación y casi de inmediato oye la voz de su hijo cerca que desesperadamente la suplicó: “deciles mami, que papá se escapó…”. Luego volvió el silencio, hasta que de nuevo comenzó a oir la música anterior y los gritos de dolor del Negrito, su hijo, sometido a la tortura. Nunca más se encontraron. Iris fue trasladada a la Cárcel de Olmos, donde permaneció detenida ilegalmente durante dos años y medio.

Se recurrió a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, a la Iglesia y a otras instituciones para obtener la libertad de Iris y averiguar el paradero e su hijo, Floreal “el Negrito” Avellaneda, sin resultado alguno.
El 16 de mayo de 1976, aparece una noticia periodística (Diario “Última Hora”), en el cual, mediante un comunicado oficial de la Prefectura Nacional Naval, se informa que de la aparición de 8 cadáveres en las costas del Uruguay. Uno de los cuerpos tenía un tatuaje en forma de corazón con las iniciales “F” y “A”. Era el Negrito.
Se hizo cargo de las acciones legales presentadas el Dr. Julio José Viaggio. Iris a raíz de las gestiones judiciales y extrajudiciales realizadas, recuperó su libertad el 13 de julio de 1978.
El Negrito fue encontrado sin vida, en las situaciones ya mencionadas, el 14 de mayo de 1976 en las costas de la República del Uruguay.

Información sobre la causa

Iris, la mamá del Negrito, luego de siete años de su secuestro y el de su hijo, presenta la primer querella. En la misma ella decía: “ Soy una modesta militante de un partido político y como tal y como ciudadana creo firmemente en la necesidad de asegurar la vigencia de los derecho y garantías y la estabilidad institucional, como sustento de la soberanía popular, y como uno de los pilares para consumar los cambios económicos y sociales que necesita el país.” (…) ”Mi hijo era militante de la Juventud del Partido Comunista. ¿Cómo puede explicarse su muerte?…Mi única explicación es que se negó a denunciar a sus compañeros y amigos. Por eso no puedo menos que rendirle junto con mi esposo, al terminar esta presentación, un sentido y emocionado homenaje, que hago extensivo, a todos los que como él enfrentaron la barbarie, y es por ello, fundamentalmente por ello, que pido y exijo VERDAD Y JUSTICIA….”

Desde la Federación Juvenil Comunista se designó a Rosario Cortés, como responsable Nacional de Derechos Humanos de la FJC y, como representante para asumir el rol de querellantes en la causa de nuestro compañero desaparecido: Floreal Avellaneda.
Se presentó pidiendo ser tenidos en cuenta como querellantes, en los tribunal de San Martín, lugar donde se encuentra la primer querella presentada por la mamá del Negrito.
El art. 82 del Código Penal de la República Argentina, sólo permite presentarse como querellantes a las víctimas o familiares directos, ya que son los únicos a quienes considera como víctimas por los daños sufridos. Desde la FJC y el Partido Comunista fuimos a quebrar el Código Penal, asumiéndonos como víctimas de la dictadura militar, entendiendo que la desaparición, asesinato y torturas de nuestros compañeros/as implican para nuestra organización un daño irreparable.
El Juez de San Martín, Alberto Suares Araujo, nos negó el carácter de querellantes. Sus razones: “…las razones expuestas por los presentantes (la pertenencia de Floreal a la organización, el carácter anticomunista declarado de la dictadura..), no acarrean un perjuicio directo y real para la organización que representan…”, el juez dice que un partido político no puede tener como objetivo la defensa de los DDHH, agrega: “distinta es la finalidad de los partidos políticos”.
Ante esta decisión hemos recibido la adhesión de más de 120 organismo y personalidades que actúan dentro del movimiento de DDHH. Finalmente el 17 de noviembre de 2005 aceptaron que la Federación Juvenil Comunista se presente como querellante en la causa que investiga el asesinato de nuestro compañero.
Anteriormente, se han presentados como querellantes organizaciones sociales y populares (Central de Trabajadores Argentinos, gremio de docentes y no docentes de la Universidad de La Plata, etc.), pero es la primera vez en la historia de nuestro país que se acepta a un partido político en ese rol. La justicia Argentina reconoce entonces que el Partido Comunista y la Federación Juvenil Comunista son víctimas de la dictadura militar, que la desaparición de Floreal Avellaneda es consecuencia de su carácter de militante de la FJC y que su asesinato, al no delatar a sus compañeros/as, fue producido por ser comunista.

Recién ahora, en 2009, después de 33 años, la causa llega a juicio oral. Es la primera del megaproceso sobre los crímenes cometidos en jurisdicción de Campo de Mayo. Dormida durante la dictadura, en 1984 fue impulsada con la detención de algunos represores. El ex presidente Raúl Alfonsín los liberó y su sucesor, Carlos Menem, indultó a sus jefes. A seis años de la anulación de las leyes de impunidad y tras lograr el reconocimiento de la inconstitucionalidad del indulto a Riveros, este general, que fue uno de los jefes máximos de la dictadura e integró la Junta Interamericana de Defensa, comenzará a ser juzgado a partir del 21 de marzo de 2009, junto a los oficiales Raúl Horacio Harsich y César Amadeo Fragni, al director de la Escuela de Infantería Osvaldo Jorge García, y a Alberto Angel Aneto, que revistaba en la comisaría de Villa Martelli.
A Riveros lo defenderá quien hasta el año pasado integraba la Cámara Nacional de Casación Penal, Alfredo Bisordi. El ex camarista logró jubilarse en junio mientras se realizaba su juicio político, acusado de demorar las causas sobre violaciones a los derechos humanos. En agosto obtuvo su matrícula como abogado, con las felicitaciones de las huestes de la activista castrense Cecilia Pando, para seguir beneficiando a los represores. Con los dos demonios como marco teórico, ya intentó abrir una causa sobre el copamiento del regimiento de Formosa realizado por Montoneros, donde murieron militantes y soldados, y se hizo cargo de la defensa del ex agente de inteligencia del Batallón 601 Julio Cirino, detenido en noviembre.
La querella de la familia estará representada por el abogado Jorge Brioso, la de la agrupación Justicia Ya! por Liliana Mazea, y Guadalupe Godoy y Carlos Zamorano representarán al Partido Comunista, en la primera vez que un partido político actúa como querellante en un juicio de estas características. La Liga Argentina por los Derechos del Hombre y Justicia Ya! iniciaron una campaña previa al juicio con la consigna “A la calle que ya es hora de justicia”.

Comentar este artículo