La noche del 27 de julio de 1976 la gendarmería se chupo en una sola noche a 400 obreros y estudiantes que fueron torturados en el ingenio Ledesma y transportados con vehículos de la misma empresa.

Díaz antes habían desaparecido a Luis Arédez, el médico que defendió a los trabajadores del ingenio y llegó a intendente del Pueblo, osando cobrarle impuestos a la empresa que contamina y domina despóticamente toda la zona (inclusive hasta hoy se mantiene un destacamento de gendarmería dentro del ingenio).

Es así que Olga Arédez comenzó su lucha por reclamo de justicia haciendo las rondas de los jueves, muchas veces sola hasta que con su fortaleza llegó a contagiar a 10.000 personas que marcharon junto a ella.

Hoy desde la juventud de la CTA recordamos su ejemplo para redoblar esfuerzos y pelear por el país que Olga y los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos pelear, un país con redistribución de la riqueza, democracia y soberanía para todos.

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