Todas las iniciativas que llevamos adelante dieron sus frutos: primero, anulando el nombre de un genocida como Pedro Eugenio Aramburu, nombre que impusieron los militares cuando la escuela se creó en el ’81. Campañas de denuncias para concientizar a los estudiantes, profesores y vecinos del barrio, juntas de firmas para quitarle el nombre a la escuela, y por sobre todo, una elección democrática sobre el nombre que queríamos ponerle la comunidad educativa a la Escuela, fueron los caminos por los cuales hicimos posible que hoy Rodolfo Walsh, sea el nombre de una escuela pública.
Para la juventud de la CTA es un orgullo que la escuela lleve el nombre de Rodolfo Walsh, un periodista comprometido con su pueblo, que denunció los fusilamientos impuestos por Aramburu y el autoritarismo la ultima dictadura militar, aún sabiendo que en esa denuncia se jugaba la vida. Por eso, desde nuestro lugar nos comprometimos a llevar adelante esta campaña junto con muchos estudiantes, docentes y organizaciones que participaron de este logro, que no fue fácil de conseguir. A pesar de algunas trabas, de algunos que se manifestaron en contra de esta campaña democrática, hoy demostramos que con organización y persistencia en nuestros reclamos y nuestros sueños, vamos avanzando.
Agradecemos a todos los que llevaron adelante esta lucha, a los compañeros estudiantes, al SUTEBA en representación de los trabajadores docentes, a los vecinos que participaron de la campaña, a las organizaciones de derechos humanos, diputados y senadores que se expresaron a favor del nombre de Rodolfo Walsh y a todos aquellos que siguen luchando por recuperar la memoria, conocer la verdad y conseguir la justicia que merecen los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos y el conjunto de nuestro pueblo.
