En este marco, desde la juventud de la CTA, venimos debatiendo, estudiantes secundarios, universitarios y los jóvenes de los barrios, los siguientes puntos:
• Una nueva Ley Nacional de Educación tiene que estar inscripta en un modelo de país más justo, con una distribución de la riqueza que permita a los hijos de los trabajadores y los sectores populares poder realizar los derechos sociales a una educación, trabajo, salud, vivienda y alimentación digna.
• La educación es un derecho social que tiene que ser garantizado por el Estado Nacional, y Provincial de forma indelegable, para todos los niños, adolescentes y jóvenes que viven en nuestro país, en igualdad de condiciones, volviendo así a un sistema Nacional educativo unificado.
• En todos sus niveles, luchamos por una educación liberadora, basada en valores solidarios, democráticos, con justicia social, desarrollo sustentable, protagonismos de los sectores populares y rechazo de toda forma de explotación.
• La universalización y obligatoriedad de la escuela secundaria, restableciendo las escuelas técnicas, agrarias, creando establecimientos en cada barrio que tendrán que ser garantizados por el Estado.
• El acceso a la Educación Superior, Pública y Gratuita para todos aquellos que lo requieran, tanto Universitaria como de los Institutos de Formación Docente y la de los Terciarios, con posgrados gratuitos y financiamiento para la investigación y la producción de conocimiento, garantizando el derecho a una educación durante toda la vida.
• Democratización de los secundarios y terciarios, creación de Centros de Estudiantes y espacios institucionales en los que participen estudiantes, docentes directivos y auxiliares para debatir nuestras propias reglas y los derechos y responsabilidades de cada una de las partes.
• Conocimiento orientado a los intereses concretos de los estudiantes, que nos permitan comprender las relaciones sociales del mundo actual, para poder transformar situaciones de desigualdad que imperan en cada uno de nuestros lugares. Esto implica:
1. Conocimiento de los derechos laborales (salario digno, vacaciones, obra social, jubilación, convenciones colectivas de trabajo, libertad sindical, etc.), trabajo autogestionado sin dependencia de patrones. Conocer la historia de las organizaciones populares, sindicatos, sociedades de fomento, cooperativas, cooperadoras, partidos políticos, y otras formas de organización colectiva para mejorar nuestros destinos.
2. Conocer los impactos en el medio ambiente de los distintos procesos productivos, la contaminación de los arroyos de nuestros barrios, de los basurales, del aire, etc.
3. Educación sexual y prevención de enfermedades, salud reproductiva y cuidado del cuerpo.
4. Acceso a los bienes culturales que permitan desarrollar distintas formas de expresión (música, artes plásticas, teatro, danzas, radio, títeres, murgas, etc.)
5. Acceso a distintas disciplinas deportivas, contando con la correspondiente infraestructura, campo de deportes, materiales de utilería, etc.
6. Acceso a las nuevas tecnologías informáticas y comunicacionales, imprescindibles en la llamada era de la sociedad de la información.
Todos estos derechos tienen que ir atados a un financiamiento concurrente para garantizar salarios dignos para el personal docente y auxiliar, infraestructuras, biblioteca, campo de deportes, laboratorio, salas de computación, etc.
