Desde la juventud de la CTA junto a los estudiantes secundarios nos venimos organizando con mayor fuerza para reclamar por condiciones dignas de aprendizaje y reconstruir los lazos solidarios y participativos en la escuela. A las iniciativas contra la “prueba integradora”, en conmemoración por “La Noche de los Lápices” le sumamos los reclamamos por calefacción en aquellos días de invierno que sufrimos el año pasado y por los problemas de infraestructura en las escuelas.

En ese marco, impulsamos la Campaña de Participación y Organización Estudiantil, comenzando con la elección de los delegados por curso para que organicen el centro de estudiantes en la escuela.

Por eso organizamos un cuadernillo de formación con el que recorrimos las escuelas reflexionando sobre el rol de los delegados, las asambleas de aula, los cuerpos de delegados y el centro de estudiantes. Para nosotros esto es estratégico, porque si los pibes de 14 años empiezan a participar en la escuela, van a tener más experiencia para poder defender sus derechos en el barrio, en el trabajo y en los demás lugares donde intervengan el día de mañana, este es el concepto de integralidad que le damos a nuestra participación en el territorio dentro de los que denominamos Paritaria Social..

La realización de Encuentros de Estudiantes Delegados en varios distritos de la provincia, junto a la Secretaría de Derechos Humanos de la CTA provincial y a los docentes del SUTEBA y trabajadores no docentes de la Educación de ATE fue un catalizador de la organización de los jóvenes. En dichos encuentros se tocaron como las principales inquietudes de los estudiantes, la relación verticalista entre directivos y docentes y entre estos y los alumnos, las carencias en la infraestructura y la falta de explicaciones sobre el sentido de lo que se estudia, su aplicación práctica, etc. que en muchos casos quita la motivación a los alumnos.

En muchas escuelas logramos conformar el Centro de Estudiantes, demostrando que los pibes no sólo saben organizarse a la hora de reclamar por mejores condiciones de vida, sino que también generan talleres, festivales y otras iniciativas culturales que complementan la educación haciéndola más entretenida y participativa. Este impulso de la participación estudiantil quedó plasmado en la nueva Ley Provincial de Educación que en su artículo 88 garantiza la participación en los centros de estudiantes y otras organizaciones comunitarias. Pero también logramos plantear el tema de la organización estudiantil en la movilización del 28 de Septiembre del año pasado, donde nos movilizamos más de 5000 compañeros del conurbano para reclamar por una Ley Nacional de Centros de Estudiantes, entre otras cuestiones.

Este inicio de clases vamos a redoblar los esfuerzos de la campaña de Organización y Participación Estudiantil y son muchos más compañeros los que la vamos a desarrollar. Por eso los pibes están empezando a intervenir cada vez con más fuerza en estos espacios, con un agregado más: la participación también es fundamental para desarrollar las capacidades que le permitan a los jóvenes conseguir mejores puestos de trabajo el día de mañana. Efectivamente,

lo que más se valora en la actualidad para los trabajos mejores pagos es la capacidad de comunicarse y de trabajar en equipo, por eso a los pibes de los sectores populares se les cercena la posibilidad de organizarse para poder ser mano de obra barata y que agachen la cabeza, mientras que a los jóvenes de los sectores más acomodados se los educa para que trabajen en equipo, para que sean extrovertidos, comunicativos y expresivos. Esta es una clara reivindicación de clase que queremos para todos nuestros pibes: la de tener los mismos derechos y oportunidades que esos jóvenes.

Pablo Macía

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