Esta resolución implica de hecho la continuidad de la sede, y es un logro de todos aquellos que nos movilizamos durante tantos días para obtener respuestas al justo reclamos de los estudiantes de la región oeste del conurbano.
La unidad de acción conseguida durante esta lucha tiene que perdurar para garantizar que esta resolución se haga efectiva en lo operativo, instando a que la UBA interpele a todos los organismos públicos del Estado Nacional, provincial y municipal para que garanticen el derecho a una educación pública.
Por otro lado, este conflicto tiene que llevar luz sobre el debate de un mayor presupuesto universitario para garantizar que las sedes del CBC de la UBA cuenten con los recursos necesarios para sostener los sueldos docentes y las instalaciones de las sedes del conurbano, desandando las políticas de municipalización y terciarización de la educación superior propias de los 90.
Asimismo, tenemos que seguir construyendo unidad para dar el debate de fondo sobre una nueva Ley de Educación Superior en la que la UBA y todas las Universidades nacionales estén abiertas a los trabajadores y los sectores populares; y cumplan a la vez con la función social de servir a los intereses del desarrollo nacional en función de un país más justo, democrático y soberano.