Los grupos económicos y el poder político no cejan en su pretensión de encerrar en el corset del unicato sindical a los trabajadores que buscan canalizar su energía reivindicativa a través de nuevas organizaciones gremiales.
El episodio acaecido recientemente en Pilar con trabajadores de la industria del plástico, es un ejemplo de los obstáculos que se presentan para romper con el viejo molde sindical y, al mismo tiempo, representa la necesidad de apostar a la construcción colectiva para abrir las compuertas de la participación y la solidaridad de la clase.
Rodolfo Jaime, secretario General de la Asociación de Trabajadores del Plástico (ATP-CTA), Diego Torres, secretario de Cuentas y el abogado del gremio, Eduardo Cantis, hablaron con ACTA sobre este nuevo atropello a la libertad y democracia sindical y sobre la voluntad inquebrantable en avanzar en la constitución de una organización gremial de nuevo tipo.
¿Cómo surge el gremio?
El Sindicato del Plástico no existe, por lo menos para los trabajadores. Nos cansamos de enfrentar los atropellos solos y decidimos organizarnos. Nos conectamos con la CTA que nos asesoró y en asamblea decidimos crear la Asociación de Trabajadores del Plástico.
Ustedes trabajan en Pilar. ¿Cuál es la realidad en las otras empresas?
La misma. Hay cientos de compañeros del plástico que están indefensos ante las patronales y su prepotencia.
¿En qué condiciones trabajan?
Se viola el Convenio Colectivo de Trabajo. No se cumple con la más mínima norma de seguridad e higiene. A veces te toca trabajar en lugar donde hay gases y te dicen: -en lo posible no tengan la puerta abierta para no contaminar-. El tema es que vos quedás adentro sin ninguna ventilación.
Han traído aire acondicionado a algunas áreas, pero enseguida nos explicaron que era por las máquinas. El calor las daña. ¿Y nosotros? ¿Somos descartables?
A un compañero que el médico le había recomendando trabajar fajado, en vez de comprar la faja, cosa que debería estar a cargo de la empresa, lo suspendieron.
¿Cómo van a reaccionar ante los despidos?
La persecución es evidente. Apenas nos dejaron en la calle sin causa, tomaron siete trabajadores más. El mismo número que habían despedido. Vamos a llamar a asamblea y por otra parte, pediremos la intervención del Ministerio de Trabajo, además denunciamos el hecho a nivel internacional.
Decían recién que, bien mirado, esto tiene un lado bueno.
Así es, por un lado llegaron los telegramas, pero por el otro, se acercaron también compañeros de otras fábricas que quieren organizarse. A pesar de la prepotencia y voracidad de los patrones, nos seguimos organizando, somos jóvenes, vamos a pelear y mientras se pelea, no hay despido ni derrota que valga.
Un poco de historia
Ayer mismo publicábamos en nuestra Agencia de Noticias de la CTA que el 21 de febrero, en el marco de una asamblea realizada en la sede de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA) de Pilar, un grupo de jóvenes trabajadores conformaron la Asociación de Trabajadores del Plástico. La elección del lugar no es menor ya que la representación y el respaldo va a ser a través de la CTA.
En la reunión estuvieron presentes (además de trabajadores del plástico) dirigentes de Pilar, a saber: el secretario General de ATE, Oscar Radaelli; la secretaria Adjunta de ATE, Rosa Ceniccola; el secretario General de SUTEBA, Hugo Cánepa y la secretaria Adjunta de la CTA, Carmen Pierce.
También estuvieron presentes los abogados de Pilar, de CTA Buenos Aires, y de CTA Nacional, conjuntamente con compañeros de CTA Buenos Aires como el secretario de Organización, Julio Ortellado y otros compañeros de la localidad y de la provincia.
“Este hecho ocurre en un momento muy particular que atraviesa nuestra Central, ya que hace muy poco tiempo, un fallo de la corte pone limites a los monopolios sindicales y abre el camino a la Libertad Sindical. De esta manera podemos llegar a los sectores mas abandonados desplazando a los sindicatos que acuerdan con la patronal y se olvidad del trabajador”, indica un comunicado de prensa de la CTA Pilar.
“Esta incorporación una organización del sector privado y muchas otras que confían en la representatividad de la CTA, permite reafirmar que el eje de la Central son los derechos de los compañeros trabajadores y no los intereses empresariales. Hoy es el comienzo de una nueva clase trabajadora y un nuevo modelo de construcción Sindical”, finaliza la declaración que no queda empañada, ni mucho menos, por la virulenta reacción de la patronal.
Por el contrario, la medida de los grupos empresarios es un acicate para seguir avanzando en la construcción de nuevas formas de organización y representación de los trabajadores.
Le pelota ya echó a rodar y nada ni nadie la podrá parar. Palabra de trabajadores.