Hombres y mujeres ilusionados, cuyas historias se acercan a la leyenda, teniendo como bandera la ternura hacia el destino del hombre han construido distintas respuestas populares, que empujan hacia un tiempo de equidad humana. Sin embargo el Gobierno de la Provincia. de Buenos Aires no honra sus compromisos protegiendo a nuestros niños más humildes. Deviene inexplicable no pagar las becas , ni los subsidios, a más de cien mil niños y niñas que se encuentran en Hogares, Casas del Niño, Jardines Maternales, Centros de día, Comedores y se los condena a habitar el país de la intemperie.
Como es posible que el señor Gobernador tan preocupado por bajar la edad de imputabilidad a 14 años, no se preocupe de los niños y niñas que están formando ahora su cuerpo, su inteligencia, sus manos, su mirada, su sensibilidad, es decir, construyendo condición humana, los condene a un hambre inexplicable.
Es lícito preguntarnos si afilamos nuestra rabia. Si encendemos nuestra piel y la hacemos bandera, pueblo, dignidad, ternura, seguramente venceremos.