Dos militares estaban acusados como coautores de “privación ilegal de la libertad agravada, por haber sido cometida bajo violencia física” y participación primaria. “Imposición de torturas agravadas por tratarse de un perseguido político y homicidio calificado, por ser cometido con alevosía y ensañamiento”.

El tribunal, con la excepción del juez Rosanski que votó en disidencia, condenó a reclusión perpetua a Pedro Pablo Mansilla, que seguirá teniendo el beneficio de cumplir la condena en su domicilio. Por otra parte, decidió la absolución de Alejandro Duret y ordenó su inmediata libertad.

La causa Labolita se reabrió en 2004, impulsada por su familia y por la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, que reclamó al juez federal Juan José Comparato investigar los delitos de lesa humanidad en el ex área militar 123. En diciembre de 2005, a casi tres décadas del crimen, el juez citó a los represores, que se negaron a declarar. El pintoresco Duret de 56 años, entonces en actividad con rango de coronel, concurrió al juzgado con el uniforme verde oliva que no usaba en las madrugadas de 1976. Se retiró con esposas rumbo a la cárcel de encausados de Campo de Mayo. El general Mansilla, de 77 años, gozaba de arresto domiciliario en su departamento de Dorrego 2699, Capital Federal.

Repudiamos este fallo y nos solidarizamos con el padre de Carlos Labolita (docente jubilado que fue detenido en su casa de Las Flores, por orden de Mansilla y Duret), con sus hermanas, y con Gladys D` Alessandro de Labolita, su compañera.

Esperaron más de treinta años para que se hiciera justicia y hoy sienten nuevamente el dolor de la impunidad.

PORQUE NO OLVIDAMOS NI PERDONAMOS

MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

Rosana Merlos

Secretaria de Derechos Humanos

CTA provincia de Buenos Aires

(Fotos de 0223.com.ar)

Video de la Lectura del fallo, también cedido por 0223.com.ar:

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