(Por Martín Bidan, en colaboración con Martín Migliorini, Secretario de Prensa CTA Mar del Plata) El jueves pasado, en el marco del Congreso Provincial de Políticas Sociales, se realizó una charla, de la que participó Daniel Barragán (Secretario Administrativo de la CTA Nacional), bajo el título “Universalidad y ciudadanía en las políticas sociales de América latina: debate acerca de la contraprestación y corresponsabilidad o acerca de los Programas de Ingreso”. El Congreso, organizado por el Consejo Consultivo Provincial de Políticas Sociales, tuvo lugar en Mar del Plata.

Durante la charla, Barragán destacó que “por suerte tenemos un pueblo que tiene memoria, que tiene conciencia y que lucha, y que es capaz de poner con su lucha en crisis aún los proyectos económicos, políticos, sociales y militares más fuertes de todo el mundo”, en referencia a la resistencia frente al proyecto neoliberal que sumía en la pobreza y la marginalidad a la gran mayoría de la población.

Luego señaló los cambios de paradigma respecto a la distribución de la riqueza, comenzando con el período ’45-’55 “que tenía al capital con el 49 % y a los trabajadores con el 51 %”. Indicó también que fue necesario la instauración de dictaduras militares y complicidad de gobiernos democráticos para quebrar ese paradigma.

“El consenso neoliberal se rompe en el 2001, cuando las clases dominantes y los grupos económicos ya no pueden imponer sus condiciones al resto de la sociedad”, remarcó Barragán. En ese sentido, destacó al Frenapo como “señal de que se quebraba ese consenso y buscábamos un nuevo paradigma”.

A partir de entonces, según Barragán, “hubo políticas sociales que sirvieron para aliviar en ese momento. El Plan Jefas y Jefes de Hogar fue una versión descolorida de aquel Seguro de Empleo y Formación que nosotros planteábamos con el Frenapo. No tuvo la capacidad de ser universal, incluir a todos”.

Destacó como positivo el crecimiento que se registró en el período 2003-2007, aunque observó que “no alcanzó para que el bienestar alcance a todos. A pesar de bajar el desempleo al 8 %, aún queda trabajo no registrado que se debe solucionar”.

“La torta económica creció lo suficiente como para que a partir de ahora el crecimiento que venga sea disputado por los grupos económicos para poder apropiarlos”, señaló Barragán. Agregó que esa disputa tendrá que ver con que “en los próximos 3 años podamos producir reformas estructurales o sigamos con políticas focalizadas que nos lleven a seguir tapando los baches del proceso económico”.

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