El día de hoy no fue uno más. Momentos de altísima emoción se dieron cita en Mar del Plata. Y el primero de ellos ocurrió bien temprano, mucho antes de que saliera el sol, cuando a las 6 de la mañana, procedente de la ciudad de Buenos Aires, arribó a la ciudad balnearia el denominado tren del ALBA. Cientos de periodistas colmaron la estación del ferrocarril que trajo a Diego Maradona, quien repudio la “presencia en mi país de la basura de Bush”. Allí, militantes y dirigentes de la CTA se ocuparon de la seguridad del astro futbolístico.
Las organizaciones convocantes de las III Cumbre de los Pueblos esperaron a la formación ferroviaria en la intersección de la avenida Luro e Independencia, pleno centro marplatense. Luego, a las 8.30 unas 30 mil personas caminaron 40 cuadras hasta llegar al Estadio Mundialista. Nutridas columnas de la CTA caminaron bajo una lluvia persistente que duró hasta las 16.30. Trabajadores estatales, docentes, docentes universitarios, energéticos, de la industria, de la salud, judiciales; integrantes de movimientos sociales, transversales y jóvenes dieron cuenta de la masiva presencia de la CTA en este encuentro social continental. Los manifestantes entonaron cantos contra el presidente George Bush y al que calificar como “terrorista y genocida” y clamaron por la unidad de los pueblos.
A partir de las 10, las columnas comenzaron a llenar las tribunas populares, las plateas y el césped del Estadio Mundialista estuvo cubierto en pocos minutos. Cientos de micros se acumulaban en los alrededores. Más de 500 organizaciones compartieron un espacio común, sin vallas ni exclusiones.
El acto por la Dignidad de Latinoamérica trascendió las fronteras de la ciudad: “Un minuto de silencio para el ALCA que está muerto”, bramó la multitud.
Representantes de organizaciones sociales, sindicales, campesinas, de derechos humanos, estudiantiles, ecuménicas, indígenas y políticas se emocionaron cuando ingreso al estadio el mandatario venezolano. Junto a él estuvieron Diego Armando Maradona, el líder indígena boliviano Evo Morales, el cantautor cubano Silvio Rodríguez y el periodista y diputado Miguel Bonasso. También estuvieron allí los dirigentes de la CTA Edgardo Depetri, Luis D’Elia y Claudio Lozano, entre otros.
Antes de que se iniciara el discurso de Hugo Chávez, cantores populares animaron a los presentes. Además, la dirigente quetchua del Ecuador, Blanca Chancoso, leyó el documento final que surgió de los tres días de debate de la Cumbre de los Pueblos.
El mandatario pegó de entrada. Aseguró que hoy en Mar del Plata “se ha enterrado definitivamente al ALCA” y que la pelea de hoy “es socialismo o barbarie, socialismo o muerte”. También dijo que el nuevo proyecto histórico del socialismo del siglo XXI ha engendrado el vientre de América Latina y “ahora hay que parirlo”.
Además, Chávez advirtió que en la IV Cumbre de las Américas y en la III Cumbre de los Pueblos se confrontan dos historias y dos modelos, la del norte, con James Monroe y su América para los americanos, y la de Simón Bolívar, de Sudamérica para los sudamericanos.
Durante sus dos horas y media de alocución, subrayó que hay que luchar “para terminar con el capitalismo” y destacó “que la verdadera integración no se decreta sino que nace «desde abajo, desde los pueblos”. Durante su discurso citó a héroes americanos como San Martín, Miranda, Martí, Bolivar, Sucre, Artigas, Rosa Luxemburgo, Malcom X, Luther King.
“Patria o muerte, venceremos; hasta la victoria, siempre; viva el Che Guevara”, cerró con el puño en alto y un grito en la voz.