Continuando con las discusiones por la Promoción y Protección de los derechos de la Niñez y Adolescencia, se realizó ayer la II Jornada de debate sobre "Análisis y discusión de casos, hacia la construcción del nuevo protocolo". El encuentro tuvo lugar en el edificio de la Central de los Trabajadores Argentinos de la provincia de Buenos Aires (CTA) y se trabajó a partir de casos específicos que fueron presentados por distintos profesionales

El encuentro contó con la participación de más medio centenar de dirigentes y profesionales de distintos distritos como los que llegaron de Moreno, Vicente López, La Plata, San Fernando, Ezeiza, Zárate, Brandsen, Roque Pérez, Villa Gesell, Malvinas Argentinas, Olavarría, La Matanza, San Martín y Azul. Las exposiciones, que estuvieron a cargo de Silvia Conti, Graciela Palazzolo y Adriana Milman, fueron el puntapié inicial para el debate entre los concurrentes, quienes desde sus experiencias personales aportaron gran valor agregado a las discusiones.

Entre otras temas, los presentes plantearon la necesidad de generar estrategias de trabajo que apunten a transformar las prácticas actuales, distintas tareas a mediano o largo plazo, sin descuidar -claro esta- las necesidades urgentes de algunos sectores. Para esto es necesario trabajar desde la transdisciplina, dando distintas miradas a la realidad, generando diversidad de herramientas como:

· Vinculación con la familia;
· Trabajo a partir de los vínculos sociales;
· Acompañar el modo en que los protagonistas van desarrollando el proceso, otorgando herramientas y recursos;
· Acuerdos sin llegar a Juzgado. Intento de no institucionalizar o penalizar.

En ese contexto, no hay que dejar de lado la historia particular de cada persona y ante situaciones de abuso a niños y adolescentes saber contenerlos. El sistema actual impide este último punto ya que policías y fiscales no están preparados para enfrentar el trabajo con los chicos. El adolescente sufre un doble abuso, viéndose afectado nuevamente desde lo institucional, al enfrentarse a juicios, reiteradas declaraciones y/o al mismo victimario.

“Se demuestra así la urgencia de pensar en nuevas prácticas que concluyan no sólo en un buen proceso legal, sino en un buen proceso para la ‘victima’. Además se debe generar un espacio abierto a la sociedad con el compromiso de todas las organizaciones y así se podrán resolver las problemáticas que surjan, de un modo más completo ateniéndose a las necesidades particulares” explicó Adolfo Aguirre, director del Instituto de Formación y Capacitación de la CTA bonaerense.

La propia familia tiene la capacidad de resolver los problemas. Hay que ayudar a encontrar recursos para arribar a la solución buscada, devolviendo el protagonismo a las propias personas.

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