En primer lugar saludamos la incorporación de la Republica Bolivariana de Venezuela como miembro pleno del Mercosur e invitamos a las organizaciones sociales, económicas y políticas venezolanas a que participen activamente del proceso y se sumen a nosotros en la defensa de un Mercosur democrático, social y productivo.

Consideramos muy positiva la realización del Encuentro de la Sociedad Civil por un Mercosur Productivo y Social, en el ámbito de la Cumbre de Presidentes. Una iniciativa que amplia los espacios de intercambio entre los distintos actores sociales y políticos que participan de las distintas áreas e instancias del Mercosur.

Al mismo tiempo, frente a recientes acontecimientos, tenemos que manifestar nuestras profundas preocupaciones con la debilidad institucional del Mercosur para solucionar controversias binacionales. Hay urgencia en una reforma de la estructura institucional del Mercosur que permita la existencia de organismos capaces de resolver controversias comerciales, sociales y políticas.

La Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur - CCSCS, entiende que mientras no se avance hacia una integración plena, seguirá prevaleciendo la lógica del “libre comercio” que favorece el intercambio comercial entre las grandes empresas, pero no se traduce en más empleos y mayor inclusión social.

El Mercosur ha avanzado en la agenda de la integración de cadenas productivas o cadenas de valor de grandes empresas que operan en la región, en especial transnacionales, pero ha relegado aquellas cadenas productivas compuestas por las pequeñas y medianas empresas, que son las mayores generadoras de empleo en el Mercosur.

Los gobiernos del Mercosur deben poner en marcha las metas y objetivos políticos que vienen afirmando en sus recientes declaraciones y documentos firmados por los Presidentes, principalmente medidas que promuevan la complementariedad de las economías de los países miembros y la conjunción de sus políticas agrícolas e industriales.

Resulta imprescindible además que el Mercosur preserve y mantenga la unidad en las negociaciones económicas y comerciales externas, sean de ámbito subregional, continental o multilateral. Defendemos que en la OMC el Mercosur actúe unido y establezca como condiciones la eliminación de los subsidios agrícolas, las garantías de trato y de plazos diferenciados y no acepte las presiones de los países centrales por una mayor apertura de servicios y bienes industriales a cambio de alguna mejora en el tema agrícola.

El funcionamiento del Mercosur está escindido del proyecto de integración que pretendemos, porque no contempla la necesaria articulación entre las diferentes políticas que deberían ser tenidas en cuenta para orientar nuestras economías hacia el desarrollo productivo y social. Creemos que la Cumbre de Presidentes es un escenario propicio para avanzar en esa dirección y garantizar la implementación de políticas macroeconómicas y productivas que permitan generar el desarrollo económico genuino y sostenible, la reducción de las asimetrías entre los Estados miembros.
En ese sentido, la CCSCS reitera las proposiciones que ya presentó en otras oportunidades, en las cuestiones de políticas productivas, generación de empleo decente y trabajo digno y de reforma institucional.

1. Políticas de Complementación Productiva

Es necesario implementar una política de complementación de las cadenas productivas que tenga mecanismos y fondos de financiamiento, que promueva políticas de exportación común y que facilite la incorporación de las medianas y pequeñas empresas, en los flujos de comercio. De lo contrario, los desequilibrios y asimetrías comerciales y productivas, seguirán generando conflictos sectoriales, retrasando y distorsionando la construcción de integración.

La profundización de la integración de los pueblos del Mercosur debe realizarse a través de la ejecución de un paradigma económico-social que priorice la generación de empleo, las condiciones dignas de vida, de trabajo y equidad de género para todos los ciudadanos y ciudadanas de la región y la distribución más justa de la renta.

La puesta en marcha de mecanismos regionales de articulación de las cadenas productivas solidifica las bases del Mercosur no sólo por la vía de reforzar los lazos de cooperación ínter empresaria sino también al promover la cooperación inter-estatal en el diseño, implementación y monitoreo de las políticas regionales.

La CCSCS expresa la urgente necesidad de dar operatividad con el objeto de avanzar hacia la complementariedad productiva, en particular:

Instar al Subgrupo de Industria a promover los debates y negociaciones con los sectores empresariales y sindicales de los programas de complementación productiva y su efectiva ejecución por parte de los órganos decisorios.

Las políticas sectoriales son un componente esencial para la construcción de un plan regional de desarrollo sostenible y complementación productiva. Deben ser objetivos prioritarios las acciones destinadas a la competitividad sistémica de los sectores tanto a escala nacional como del bloque regional, la elaboración de planes intersectoriales de industria, comercio, infraestructura y finanzas y regímenes especiales para el fortalecimiento de microempresas y PyMES.

2. La Generación de empleo decente y trabajo digno como eje del desarrollo

Tal como actualmente lo ha definido el GANEmple, una Estrategia MERCOSUR de Crecimiento del Empleo se debe desarrollar a partir de dos bases conceptuales: 1) la articulación de políticas macro, meso y microeconómicas con las laborales, sociales y educativas, con el objetivo de generar condiciones de creación de empresas y de empleo digno, y 2) el respeto y cumplimiento de los derechos fundamentales del trabajo digno y empleo de calidad, a través de cinco pilares fundamentales (empleo, protección social, derechos del trabajo, equidad de género y diálogo social).

Para la implementación de la Estrategia Mercosur de Crecimiento del Empleo consideramos imprescindible dotar de recursos humanos y financieros el Observatorio del Mercado de Trabajo - OMT, para que tenga efectivas condiciones de funcionamiento para poder desarrollar las investigaciones, recolección, análisis y difusión de información sobre el mercado de trabajo en el Mercosur, así como el asesoramiento a los países en la formulación de planes, la identificación de indicadores nacionales de monitoreo, el desarrollo de mecanismos de seguimiento.

Consideramos que garantizar las condiciones de funcionamiento del OMT será una demostración del compromiso de nuestros gobiernos con la concretización de las medidas propuestas por la Estrategia Mercosur de Crecimiento del Empleo.

3. Reforma Institucional

Reiteramos la necesidad de una mayor transparencia en los órganos decisorios del Mercosur, y de una reforma integral de nuestro bloque para avanzar a una verdadera integración política. En dicho marco reclamamos: la creación de una Comisión de Desarrollo Productivo y de una Comisión de Desarrollo Social, para que las mismas articulen los debates y medidas aprobadas por los distintos espacios de negociación institucional afines con las mismas.

4. Comunidad Sudamericana de Naciones

Finalmente queremos apoyar los importante pasos que se han dado para el avance de la conformación de la Comunidad Sudamericana de Naciones - CSN, que se fortalece con las decisiones de construir el gasoducto y la constitución de una comisión política para definir estructura de la CSN y sus próximos pasos.

Pero tal como lo hemos defendido siempre en el Mercosur, estamos seguros que el proyecto de construir una asociación de las naciones de la América del Sur tiene que definirse por la democracia y transparencia y contemplar la presencia y participación activa de la sociedad. Queremos ser parte activa de ese proceso y estaremos presentes en Santa Cruz de la Sierra y esperamos que en las decisiones se contemple la adopción de políticas que promuevan la integración productiva y social del continente.

Córdoba-Mercosur, 21 julio de 2006

Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur - (Argentina -CGT y CTA; Brasil -CUT, CGT y Força Sindical; Paraguay - CUT; Uruguay - PIT/CNT)
Cumbre de los Pueblos

DECLARACION FINAL

La Cumbre de los Pueblos por la Soberanía y la Integración Sudamericana finalizó ayer por la tarde con una multitudinaria movilización que recorrió las principales calles céntricas de la ciudad de Córdoba. Integrantes de organizaciones sociales de Argentina y de Uruguay, Bolivia y Brasil, entre otros países llegaron hasta las inmediaciones del Palacio Ferreyra, donde entregaron a los Presidentes reunidos en la Cumbre del Mercosur el documento con las conclusiones y propuestas elaboradas durante las dos jornadas de intenso debate.

Las Delegadas y Delegados de las organizaciones sociales, de trabajadoras y trabajadores, campesinas, de los Pueblos Originarios, de todas las razas y credos, mujeres y hombres dignos, nos hemos encontrado aquí en la ciudad de Córdoba, Argentina para celebrar la Cumbre de los Pueblos de nuestra América del Sur.

Venimos desde la resistencia contra las políticas neoliberales imperialistas, expresadas en el libre comercio, la militarización, la dependencia financiera y la desigualdad socioeconómica que genera hambre y empobrecimiento a nuestros Pueblos. Lucha de resistencia que derrotó en Mar del Plata en noviembre de 2005, la intención del Presidente Bush de los Estados Unidos de avanzar en la consolidación del proyecto ALCA y del Acuerdo de Seguridad Continental.

Además, en este nuevo tiempo que transita nuestra Sudamérica, venimos construyendo alternativas populares a las políticas que resistimos, como aquí en Córdoba la articulación de los movimientos por el agua, la tierra y el ambiente.

Por esto, todas y todos los aquí reunidos no somos meros denunciantes de las políticas del imperio y sus aliados, sino que nos construimos desde nuestra autonomía y diversidad con el objetivo de alcanzar una sociedad más justa, fraterna y digna.

Desde esta Cumbre de los Pueblos de Sudamérica RATIFICAMOS:

• No a los Tratados de Libre Comercio

• SI a la integración desde y para los Pueblos

• NO a la deuda externa y la injerencia de las instituciones financieras internacionales

• SI a la independencia económica con soberanía financiera

• NO a la militarización y a la doctrina de Seguridad Continental

• SI a la Soberanía Popular y la Autodeterminación de los Pueblos

• NO a la desigualdad del hambre y la pobreza

• SI a la distribución de la riqueza, por la universalidad del derecho a la vida y la soberanía alimentaria

En ese sentido, DECLARAMOS:

* Denunciamos la política de militarización llevada a cabo por el imperialismo, que es integral e impregna todas las relaciones sociales, culturales, económicas y políticas. De ahí que los tratados comerciales, como el ALCA y los TLC bilaterales, tienen como sustento a los pactos militares. En América Latina todos los yacimientos estratégicos, minerales, energéticos, alimentarios y acuíferos son objeto de tratados para la instalación de bases para su control y dominio.

* Denunciamos y rechazamos la expresión del militarismo al interior de cada país, que se traduce en control social preventivo y represión abierta contra el reclamo popular, además de autoritarismo e impunidad en todas las esferas de la vida.

* reclamamos la denuncia de todos los pactos militares y el retiro de las tropas de Estados Unidos del Paraguay, así como de las tropas de ocupación de la MINUSTAH de Haití.

* Exigimos el cese de la agresión y el inmediato retiro de las tropas de EE UU de Irak, y de las de Israel del Líbano y Palestina.

* Exigimos la no ratificación - y consecuente anulación - del tratado de libre comercio del MERCOSUR con Israel.

* Demandamos a los gobiernos políticas que respeten los espacios comunes de los pueblos originarios en nuestras fronteras, sin dividir sus territorios ancestrales, y que retomen las recomendaciones del III Informe sobre Cuestiones Indígenas, para que los temas de los pueblos originarios sean transversalizados en el Mercosur.

* Repudiamos la abstención de la Argentina el 29 de junio en la votación sobre la Declaración Universal de los Derechos Indígenas, en la Asamblea del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra.

* Exigimos que se reconozca el principio de la autodeterminación política, cultural, territorial e identitaria de los Pueblos Originarios y comunidades urbanas y rurales. Exigimos la liberación de los presos políticos de los pueblos originarios en Chile.

* Exigimos la realización de auditorias integrales y participativas de las deudas así como la suspensión de todo pago hasta tanto no se haya concluido con las mismas. Así podemos establecer con fundamentos quiénes realmente deben a quienes y avanzar en la identificación y sanción de los responsables del endeudamiento y cobranza ilegítimos y la restitución de lo saqueado.

* Reconocemos en esta lucha contra la impunidad de los grandes capitales, mercados e instituciones financieras, una base necesaria para la generación de alternativas de soberanía e independencia financiera, incluyendo la implementación de sistemas tributarios progresivos y la coordinación de acciones e iniciativas a nivel regional que permite aprovechar y compartir solidariamente la riqueza generada por nuestros Pueblos.

* Rechazamos la extranjerización de la tierra, el monocultivo y los transgénicos que dañan la salud y la soberanía alimentaria de los pueblos.

* Rechazamos cualquier intento de privatización en el área educativa en todos los niveles.

* Exigimos la difusión, cumplimiento y aplicación -con un mayor presupuesto para su eficacia- de las leyes de no violencia contra la mujer y de educación sexual y reproductiva.

* Exigimos que los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay suscriban la Declaración de Agua de México, firmada por Bolivia, Venezuela, Cuba y Uruguay. Reclamamos la sanción de códigos de agua nacionales que sean abarcativos de todas las dimensiones del recurso, y de un código de agua de las Américas en el que deben insertarse los códigos nacionales, prestando especial atención a las reservas de agua dulce, y específicamente al Acuífero Guaraní.

* Denunciamos que siendo esta región una de las más ricas del mundo en recursos naturales, capaz de producir alimentos y condiciones de vida digna al conjunto de su población, hoy posee más de la mitad de sus habitantes bajo la línea de pobreza, en especial las mujeres, los niños y los ancianos. Los Pueblos organizados exigimos a los poderes de los Estados que se ataquen las causas de la pobreza implementando políticas universales de redistribución de los bienes económicos, sociales y culturales.

* Denunciamos la inconstitucionalidad de la prórroga de jurisdicción a favor del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativa a Inversiones (CIADI), dependiente del Banco Mundial. Postulamos la declaración de su nulidad, tanto por vía legislativa como judicial, y. rechazamos enfáticamente las demandas allí planteadas.

* Exigimos la anulación inmedIata de los Tratados Bilaterales de Inversión que los estados nacionales renuevan periódicamente. Denunciamos las facilidades y concesiones por parte de los gobiernos hacia empresas transnacionales, responsables de la explotación y el saqueo de nuestros recursos naturales. No queremos industrias sucias en nuestros países. Exigimos el cese de la construcción de las plantas de celulosa sobre las márgenes del río Uruguay, así como la prosecución de otros proyectos similares en la región.

* Rechazamos toda reforma judicial que conlleve a la privatización de la Justicia.

* Exigimos un aumento sustancial de los presupuestos educativos y la profunda democratización de los sistemas educativos en todos los órdenes sin dilaciones.

* Exigimos la participación y el respeto de los plazos que ésta requiere para la discusión de las leyes vinculadas a la educación.

* Rechazamos los canjes de deuda por educación, exigiendo en este sentido una actitud de escucha a los reiterados pedidos elevados a los gobiernos por parte de organizaciones, personalidades y expertos del área de educación de intachable trayectoria.

* Denunciamos la continuidad de la ronda de negociaciones actual en la OMC y reclamamos su cierre. Rechazamos en particular la oferta de sectores esenciales como canje por promesas de cambios en las políticas proteccionistas de los países del norte.

* Reclamamos que el trabajo autogestionado sea reconocido como una relación económica, social y cultural a partir de un régimen jurídico, económico, laboral, social y fiscal adecuado a sus necesidades para crecer y cumplir un rol fundamental en la construcción de un proyecto de Justicia Social y de Independencia Económica de los Pueblos. En este espíritu, nos solidarizamos con la lucha llevada adelante por los trabajadores gráficos uruguayos de Coprograf, reclamando una rápida solución que haga efectiva la entrega de la planta a los trabajadores a un año de su ocupación.

* Exigimos, sin desmedro para otros países, la salida al mar de Bolivia y la construcción de un puerto operado libremente por ese país hermano.

* Exigir el cumplimiento de los acuerdos y convenios internacionales, como el Convenio 143 de la OIT contra la discriminación y la explotación y por la igualdad de oportunidades.

MANIFESTAMOS nuestro compromiso por:

* Avanzar en la construcción de instituciones y mecanismos de integración de los Pueblos con la participación ciudadana democrática y solidaria, ejercitando nuestro derecho a conocer y controlar los actos de gobierno.

* Bregar por la libre circulación de los y las ciudadanas sudamericanas entre todos los países de la región.

* Unificar las acciones y articulaciones organizativas de las y los trabajadores migrantes en la región, para defender los derechos sociales y laborales de los mismos. Establecer un plan de lucha contra el tráfico de personas incluyendo el tráfico infantil. Promover la propuesta de Carta de Ciudadanía Sudamericana.

* Profundizar la acción de lucha contra las causas que generan el hambre y la pobreza de nuestros pueblos.

* Asumirnos como Pueblos Acreedores, puesto que la deuda reclamada a nuestros países es ilegítima fraudulenta, devastadora y genocida, violadora de todos los derechos humanos y ambientales. No necesitamos de los créditos de las instituciones financieras internacionales y los mercados internacionales de capitales para desarrollarnos.

* Convocarnos como Pueblos Americanos a unirnos y articular acciones continentales para confrontar y derrotar al militarismo, además de generar políticas populares y mecanismos regionales de defensa común para impedir la agresión militar del imperialismo.

* Reivindicar la Seguridad Social como un derecho humano fundamental de los y las trabajadores, quienes deben participar en la administración de los sistemas de previsión social sobre bases solidarias, universales y redistributivas. Los sistemas de capitalización individual obligatorios, caracterizados por el lucro e impulsados desde los organismos financieros multilaterales, no forman parte de la seguridad social.

* Promover la organización de los trabajadores de la salud con las comunidades, barrios y organizaciones de pacientes, transgrediendo los límites de la función asistencial y articulando con otras áreas como educación, cuidado y preservación del medio ambiente, fortaleciendo el cambio de modelo hacia la promoción y prevención de la salud. Promover el uso racional de medicamentos y vacunas, y garantizar por parte de los países de la región, la cobertura de todos los tratamientos integrales de enfermedades como el VIH-SIDA, oncológicas y endémicas a los y las habitantes de la región.

* Construir una toma de conciencia del sistema patriarcal imperante, desde lo individual hacia lo social, así como a transformar el lenguaje desde la perspectiva de género y luchar por la despenalización y legalización el aborto.

* Reconocer que la violencia no es un problema personal sino social y que juntos, organizadamente lo podemos superar.

* Luchar por la distribución equitativa del agua y tierra, priorizando su función social, y la Soberanía Alimentaria como derecho de los Pueblos a decidir qué y cómo producir y alimentarse.

* Garantizar los derechos humanos y sociales a la salud, la vivienda, el acceso a la justicia y a una educación que respete la identidad cultural para permitir una vida digna en el campo y la permanencia y desarrollo de las y los jóvenes campesinos.

* Considerar el acceso a la tierra urbana como derecho y no como mercancía.

* Asegurar la gestión democrática de la ciudad, promoviendo la participación de la sociedad en la formulación, implementación y fiscalización de las políticas públicas.

* Ratificar que el agua es un derecho humano esencial, tal la declaración de las Naciones Unidas. Acompañamos, en particular, la lucha del pueblo cordobés por lograr la estatización inmediata de Aguas Cordobesas, convirtiéndola en una empresa de saneamiento estatal, de gestión pública, con participación directa y democrática de usuarios y trabajadores. Denunciamos la persistente actitud del gobernador de la provincia de mantener el modelo privatizador que ha fracasado de la mano del grupo Suez y su socio Benito Roggio, y denunciamos ante la comunidad internacional que continúa vigente la ley 9279 (diciembre de 2005) que intenta dar continuidad a la privatización, esta vez con el pulpo de Benito Roggio.

* Construir poder desde las y los trabajadores y el Pueblo para empujar a los gobiernos nacionales a diseñar políticas de recuperación de nuestros recursos energéticos y naturales. Apoyar las distintas iniciativas tendientes a ese fin, incluyendo la campaña en Argentina para recoger un millón de firmas para la recuperación del petróleo.Potestad soberana de las naciones sobre el subsuelo.

* Por una integración energética latinoamericana a partir de empresas estatales en beneficio de los pueblos para avanzar en la independencia económica y política.

* Bregar por la democratización de la sociedad en su conjunto, por la libertad y democracia sindical, la incorporación de mecanismos de participación popular en la designación de los magistrados y por la democratización de las relaciones laborales en la justicia. Ratificamos una vez más nuestro objetivo de construir una Justicia para todas y todos, y no una Justicia para el mercado.

* Defender el derecho a una educación pública, laica, gratuita y de calidad para todos los y las habitantes y en todos los niveles, que contemple la diversidad cultural y los saberes ancestrales de todos los pueblos. La educación permanente debe ser considerada como eje para la formación de ciudadanos críticos, participativos en una lógica emancipadora. Reapropiarnos del conocimiento y de su producción, de la investigación científica y tecnológica, revirtiendo el proceso dependiente de transnacionalización de los mismos.

* Impulsar la estrategia del Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y de los Tratados Comerciales de los Pueblos (TCP), ya en marcha por los acuerdos entre Venezuela, Cuba y Bolivia.

* Trabajar por la unidad de nuestros pueblos, que lejos de generar climas belicosos tienden a unirnos, siguiendo el camino de la segunda independencia que hemos recogido de Artigas, San Martín, Simón Bolívar y el Che.

* Asumir como propios las declaraciones, propuestas y acciones reflejadas en los documentos finales del conjunto de los foros, encuentros, talleres y asambleas que formaron parte de esta Cumbre de los Pueblos.

Con estos compromisos nos convocamos a continuar fortaleciendo nuestras luchas de resistencia y la construcción popular de alternativas desde y para los Pueblos, en un nuevo encuentro en la Cumbre Social por la Integración en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en ocasión de la reunión de los Presidentes de la Comunidad Sudamericana de Naciones.

Ciudad de Córdoba, Argentina, 20 de julio de 2006.

Encuentro Latinoamericano por la Soberanía y la Integración Regional

Documento Base

Venimos a reafirmar el MERCOSUR como parte de un proceso que hoy reconoce la irrupción de gobiernos populares que comienzan a discutir su rol desde otra perspectiva; afirmados en políticas que tienden a la defensa de la soberanía nacional y la integración regional.

Es imprescindible señalar, sin embargo, que su creación obedeció a una concepción liberal del desarrollo, una integración puesta, mayoritariamente, al servicio de los grupos de poder externos e internos al mismo. Y hoy, para poder aportar al desarrollo y la profundización de los vínculos con nuestros países hermanos del MERCOSUR, se plantea la necesidad de tener un análisis profundo sobre las raíces de la situación actual de nuestra América Latina; en que etapa histórica nos encontramos y que posibilidades como región tenemos en las próximas décadas.

Un nuevo orden mundial ha sido impuesto por la globalización. Ya no hay estados nacionales como los que conocimos. El contexto mundial marca claramente la aparición de bloques económicos con proyectos hegemónicos que han impactado sobre la vida de nuestros pueblos; con la exclusión y la pobreza como resultados mas concretos, la degradación del medio ambiente, la profundización de las brechas sociales, el marcado retroceso en la educación, la falta de políticas apropiadas en el sistema de salud y vivienda, absolutamente recortadas en su acceso para las grandes mayorías populares.

El denominado “Consenso de Washington” ha fracasado como estrategia de uniformidad de políticas y como herramienta de dominación, dejando paso a nuevas realidades.

La Cumbre de los Presidentes en Mar del Plata marcó, claramente, la complejidad en la relación de estos intereses con las nuevas expresiones democráticas en nuestro Continente.
Pero la experiencia nos indica, que esos sectores de poder también redefinen sus acciones con el objetivo de hacer fracasar los intentos de integración. El ALCA y los acuerdos bilaterales que realiza Estados Unidos, son dos muestras actuales de las mismas.

Por lo tanto, la integración latinoamericana no es sólo una cuestión de acuerdos comerciales, debe redefinirse desde lo social, lo educativo-cultural, la salud, la economía, el medio ambiente, los recursos naturales, el rol de la mujer, los jóvenes, las organizaciones sociales y especialmente los trabajadores como motores de los procesos de transformación política.

El despliegue de estas capacidades generará nuevos escenarios de soberanía e independencia que transformen al Mercado Común en un interlocutor de peso ante el conjunto de las naciones.

Después del fracaso del neoliberalismo, los Estados latinoamericanos han dejado de desertar y se involucran buscando consensos, planteando prioridades, desde las asimetrías que sus realidades económicas determinan. Y es entonces que la discusión sobre el Rol del Estado aparece como un elemento primordial, en donde los distintos gobiernos comienzan a imponer su propia visión de este momento, sin un único paradigma que los convoque, intentando resolver las contradicciones propias de cada país y las que se generan con sus vecinos. No reconocer esas contradicciones significa mutilar el análisis de la situación y parcializar sus conclusiones.

Resulta importante, entonces, plantear la viabilidad de cada proyecto político, los modelos sobre los que están sustentados y los criterios de unidad de los pueblos latinoamericanos.

En este contexto, las Organizaciones Sociales debatimos, intrínsicamente, el problema de la participación. Es una discusión abierta acerca de los mecanismos, valores y concepciones que se deben asumir para acompañar y profundizar este proceso que emerge en América Latina.

No basta con repetir formulaciones teóricas; es imprescindible asumir nuevas formas de participación, de comunicación, y de capacitación desde los sectores populares. La creatividad, con que muchas veces nuestros pueblos y sus instituciones resistieron a las diferentes formas de sometimiento que asumió el Imperialismo, debe ser un elemento motivador, esencialmente para que se discuta y avance sobre la cuestión central, que es la redistribución de la riqueza en América Latina.

Surge, también, la necesidad de analizar la relación de las propias Organizaciones con el MERCOSUR, con sus realidades institucionales, con los espacios actuales de participación, con los estamentos sociales que allí están expresados.

Deberán reconocerse, de igual forma, las contradicciones y potencialidades entre las Organizaciones Sociales y el conjunto de instituciones expresadas en la Sociedad Civil, en donde aparecen diferentes encuadres metodológicos e ideológicos.

Aquí están entonces, los temas y los desafíos. Es decir, ante cada paso que se ha venido dando, surge la necesidad de incorporar nuevos elementos que reafirmen la discusión y la revisión de las prácticas, como herramientas que expliciten otro perfil, en un proceso de continuidad, del MERCOSUR.

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