Las políticas impulsadas por los gobiernos nacional y provincial en sus primeros meses de gestión, vinculadas en especial a la modificación de los cuadros tarifarios en los servicios públicos y aquellas medidas económicas tendientes a la liberalización de la economía (devaluación, quita de retenciones agropecuarias e industriales y fomento a la apertura y desregulación comercial, etc.) implicaron un incremento en el ritmo de la aceleración de precios (que al mes de mayo ronda, según diferentes fuentes, el 30% anual acumulado).
Al combinar dos factores: aumento tarifario y de precios en las canastas alimentarias, los ingresos totales de la mayoría de los hogares de la provincia de Buenos Aires (docentes, estatales, jubilados y trabajadores en general) han sufrido un retroceso importante de más del 10% del ingreso total de los hogares.