Del Impuesto a las ganancias al comedor barrial Mar del Plata tras nueve meses de políticas de ajuste
La caída del Trabajo y la Producción
Los trabajadores marplatenses, ocupados, desocupados, registrados, jubilados, precarizados, cooperativistas, de empresas recuperadas, cuentapropistas, microemprendedores, hemos vivido nueve meses de retroceso en nuestras condiciones de vida.
Hemos visto la disminución del poder de compra de nuestros ingresos, sean salarios, distribuciones de excedentes o ventas de nuestra producción. El alza de un 45% del costo de la vida nos ha golpeado hasta desmejorar nuestro día a día y el de nuestras familias. La contracción de la actividad económica ha aumentado aceleradamente la desocupación hasta colocarnos en el tercer lugar en el país con un triste record del 11,6%. El aumento de las tarifas en promedio de un 200% es un nuevo recorte a sueldos que han crecido por las paritarias entre un 30 y un 35%.
Las industrias regionales han profundizado su crisis, la pesca está detenida, la industria textil no puede competir con las importaciones ni hacer frente al encarecimiento de la materia prima, el cordón frutihortícola produce a costos superiores al precio de venta, la gastronomía ha visto el cierre de importante cantidad de establecimientos, la construcción se desaceleró por el detenimiento de la obra pública ( nula en nuestra ciudad) y la caída de la actividad del Plan Pro.Crear que permitió la construcción de muy buena cantidad de viviendas hogareñas.
El comercio ha perdido ventas como consecuencia de la disminución del poder adquisitivo de la población y los aumentos desmedidos de la mercadería en una cadena que ha provocado cierres de comercios como no se recordaba desde principios de siglo.
Estas realidades laborales no sólo han perjudicado a pequeños y medianos empresarios que luchan por mantener las persianas levantadas de sus comercios y empresas, si no también a las economías regionales, cooperativas y emprendimientos. Sus consecuencias son: mayor desocupación, mayor precarización y empeoramiento general de la vida.
La situación en los barrios
Paralelamente en nuestros barrios la realidad acompaña al deterioro del trabajo porque los trabajadores vivimos en los barrios. Más desocupados, caída de la changas, aumento de los servicios, de las garrafas, deterioro de la atención de la salud, tanto en Unidades Sanitarias como en Hospitales, incremento de los cupos en los comedores escolares, mayor inseguridad fruto del desempleo, detenimiento de las obras de limpieza de arroyos y mantenimiento de espacios públicos, congelamiento del Programa Argentina Trabaja y detenimiento de las obras de los Polideportivos.
Como consecuencia directa de esta verdadera tormenta de calamidades creadas por el Gobierno Neoliberal de Macri, Vidal y Arroyo la demanda después de muchos años nuevamente vuelve a ser un plato de comida, situación que sólo se sostiene con el accionar militante de organizaciones populares, escuelas, parroquias, iglesias y la innumerable cantidad de organizaciones que crecieron durante doce años de solidaridad y organización. Los merenderos y comedores barriales reaparecieron con fuerza para suplir al salario inexistente y a la inacción de un Estado Municipal ausente en las respuestas al deterioro social. Prueba de ello han sido los últimos temporales que empeoraron más aún la vida en muchos barrios marplatenses.
Presente y futuro
La devaluación, los aumentos de precios, el cierre de fuentes de trabajo y la desaceleración productiva, la destrucción de la economía regional, el ahogo de comercio y la industria y la brutal caída del mercado interno han sido el resultado de nueve meses de gestión nacional, provincial y municipal. Los medios de comunicación anuncian la llegada de “varios brotes verdes” en la economía, como si la realidad económica y social fuese salir del invierno para llegar a la primavera, mientras la caída del PBI, el endeudamiento creciente, las cuentas fiscales en rojo (en nuestra ciudad el municipio paga el sueldo desdoblado) y la destrucción del aparto productivo preanuncian la profundización de las angustias de los trabajadores.
En una siniestra paradoja muchos trabajadores pasaron de luchar para que desaparezca el impuesto a las ganancias a pelear para conservar el trabajo y entre todos a ver como logramos dar de comer a quienes menos tienen en comedores comunitarios. Todo esto en apenas nueve meses.
La Unidad de los sectores populares
Para recordar una crisis económica y social en nuestro país y en nuestra ciudad como la que atravesamos hoy, debemos remontarnos a los fines de los 90 y primeros años del 2000. El Neoliberalismo nos ataca como entonces dejando su secuela de desamparo y frustración. Pero no estamos en los 90, mucha organización y derecho ganado han dejado en nuestro pueblo capacidades de lucha que nos permiten vislumbrar que el ajuste no pasará alegremente. En cada lugar de trabajo, en cada barrio en cada organización, en cada cámara empresarial de pequeños y medianos empresarios está la clave para la defensa del trabajo y la vida digna.
Es por todo esto que alentamos a la unidad en la acción de todos los trabajadores organizados, todas las organizaciones sociales, todas las entidades barriales, los clubes, las iglesias, las ONG que trabajan para el pueblo, los agrupamientos políticos y a cada espacio en que marplatenses se nucleen para luchar por una vida mejor a conformar un Foro por el Trabajo y la Producción que con amplitud, sin sectarismos y en conciencia de que la unión del pueblo logrará frenar el ajuste y devolverle a nuestra ciudad lo que le han quitado en nueve meses y a compartir la generación de políticas y acciones unitarias para construir la felicidad de nuestro pueblo y la grandeza de nuestra patria.
CTA de los Trabajadores Regional Mar del Plata
Secretaria General Graciela "Gachi" Ramundo.
Cuerpo de Delegados y Militantes.