El 30 de marzo de 1982, ante un profundo descontento social, se llevó a cabo un paro nacional con movilización. Esa movilización fue la mayor expresión de lucha obrera del período dictatorial. Convocados por la CGT, bajo la consigna "Paz, pan y trabajo", 50 mil jóvenes y trabajadores coparon la Plaza de Mayo en una verdadera huelga política de masas. Saúl Ubaldini comandó la movilización.

La jornada anunciaba el colapso de una dictadura agotada en sus contradicciones internas y la crisis económica. La represión fue brutal y el gobierno del genocida Leopoldo Galtieri hizo una represión brutal que derivó en un muerto y centenares de heridos y detenidos.

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