Luis había sido intendente de Libertador y obligó a Ledesma a pagar impuestos en el municipio. Antes fue médico del hospital de la empresa de Blaquier, y no era bien visto por los gastos en remedios que realizaba para los pacientes y otras medidas para dignificar las paupérrimas e insalubres condiciones de trabajo en el ingenio.
Olga por años hizo sola su ronda en la plaza del pueblo con un cartel y su pañuelo blanco, mientras el pueblo bajo la sombra del ingenio daba la espalda con temor. Fueron necesarios años y la solidariadad de las madres y compañeres de otras provincias, para romper ese miedo ancestral, en una provincia que hoy continúa con su esquema de opresión feudal, y que se vuelve presente en la detención de Milagro Sala y les compañeres que siguen detenidos pagando la valentía de erguirse como trabajadores libres y organizades.
Entre el 20 y el 27 de Julio de 1.976, la dictadura cívico-militar y la empresa Ledesma organizaron cortes de luz en varias localidades de Jujuy para secuestrar a 400 trabajadores, estudiantes, militantes y profesionales, de los cuales se mantienen 30 desaparecides. Ese megaoperativo, al igual que en otros casos, reveló la complicidad civil y empresarial del genocidio.
Hoy a 43 años, la justicia sigue garantizando la impunidad de estos participes civiles, pese a que Carlos Pedro Blaquier fuera procesado por la Justicia Federal de Jujuy como cómplice primario en 26 casos de privación ilegal de la libertad.
La CTA de les trabajadores seguirá incansablemente denunciando y reclamando justicia con el convencimiento que más temprano que tarde habrá memoria verdad y justicia y se establecerán los legítimos derechos de les trabajadores, en este pueblo que da muestra del compromiso de lucha por los derechos humanos que nos pone al frente de la comunidad internacional.
¡JUICIO Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES MILITARES Y CIVILES DE LA NOCHE DEL APAGON!