Su tremenda tarea, no solamente se vincula con encontrar a víctimas de la dictadura cívico-militar, también consiste en encontrar restos de soldados caídos en la guerra de Malvinas y además dedica su búsqueda a personas víctimas de Trata.
Los integrantes del equipo, fueron reconocidos por Familiares y Abuelas de Plaza de Mayo como sus propios hijos. Cuando se creó el Organismo los jóvenes integrantes tenían la misma edad de las víctimas del terror en las que concentraron su búsqueda.
Reconstruir la identidad, implica entre tantas cosas, reconstruir la historia de cada persona desaparecida, que puedan tener un sitio concreto de encuentro con sus familiares, un reencuentro donde se los pueda llorar, homenajear y llevarles una flor.
La labor reparadora que hace 35 años lleva adelante el EAAF, constituye un camino de esperanza ante el horror y el desconcierto.