Este año 2019, fue un año con muchos vaivenes gremiales y políticos, con muchas zozobras para les trabajadores y mermas de derechos. Por ello, por les trabajadores organizades en sus sindicatos, ocupades, desocupades y cooperativistas, pero también por nuestres propios trabajadores de los Centros de Formación de la CTA, y en resguardo de sus derechos laborales, decidimos, a pesar de las trabas que intentaron ponernos, hacer los cursos de Formación de Instructores.

Tanto desde las autoridades de la Dirección General de Cultura y Educación, como desde el Ministerio de Trabajo intentaron por todos los medios impedirnos dar dicha capacitación, aduciendo todo tipo de argumentaciones formales y "legales" pero a todas luces falaces, ya que en nuestro convenio queda bien explícita la facultad de dictar los cursos de Formación de Instructores y la validez de la certificación que se expide cuando culminan.

Por eso esta Central, a pesar de todo y contra todo obstáculo interpuesto, decide dar comienzo a dos cursos, uno en la ciudad de Azul, en el que se formaron como Instructores 38 idóneos e idóneas, y otro en San Miguel, con la presencia de 40 compañeres. Ambos cursos se realizaron con una carga horaria de 200 horas reloj cada uno, y con una asistencia perfecta por parte de les alumnes,quienes ya estaban esperando dicha formación, que es la que constituye requisito de titulación para ingresar a la docencia de la Formación Profesional.
Hoy podemos decir con orgullo que lo hemos terminado, e informar que el día 14 de diciembre, en el marco del Encuentro Provincial de Centros de Formación Profesional de la CTA de les Trabajadores, que se realizará en el Recreo del Suteba en Tigre, entregaremos a les egresades del curso su certificación.
Y ese momento será inolvidable, como lo fueron las jornadas de la Formación: 8 a 10 horas diarias de estudio, trabajo, debate, compromiso, viernes, sábados y feriados, invertidos en una tarea que se desarrolló con mística y entusiasmo.
La responsabilidad, el compromiso y la participación fueron esenciales para el aprendizaje y hoy les idóneos transformades en instructores, vuelven distintes a nuestros CFP, para acometer con bríos renovados la tarea de formar a les futures trabajadores de un nuevo país, donde no se pierde la Cultura del Trabajo.